[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Después de meses de oscilaciones, la economía empieza a jugarle claramente en contra a George W. Bush. Ayer se anunció que durante julio la economía creó apenas 32.000 empleos. El candidato demócrata a la Casa Blanca, John Kerry, afirmó que hará más que el actual presidente en materia de empleo. Además, en momentos en que los precios del crudo prosiguen su alza vertiginosa, Kerry presentó su programa en materia de energía, que prevé el desarrollo de nuevas fuentes, para reducir la dependencia petrolera de Medio Oriente.
El mercado laboral se contrajo fuertemente en julio, con la creación de solamente 32.000 puestos de trabajo, provocando una enorme decepción entre los analistas, que concordaban en pronosticar unos 243.000 nuevos empleos y esperaban una enérgica recuperación luego de la debilidad registrada en junio. A pesar de estos datos decepcionantes, Bush, que hace de la recuperación económica uno de sus principales argumentos en busca de la reelección, declaró que “el crecimiento económico es robusto y se está haciendo más fuerte”. La cifra oficial marcó el menor aumento del empleo desde diciembre pasado. Bush prometió hace un año, cuando promulgó su última reducción de impuestos, que ese estímulo fiscal crearía 350.000 empleos por mes. En un año, la economía ha creado menos de la mitad de lo prometido, según los datos del gobierno. Julio fue, además, el cuarto mes consecutivo en el que disminuyó el ritmo de crecimiento del empleo, un dato que valida las críticas del candidato presidencial demócrata, John Kerry, quien dice que la política económica de Bush es un fiasco. “El presidente sigue repitiendo que ya hemos pasado lo peor. Pero los datos laborales de hoy muestran que no”, dijo Kerry en un comunicado.
“Este no es el tipo de crecimiento robusto del empleo que se necesita para que haya una expansión fuerte y sostenida de la economía”, dijo Lee Price, director de investigación del Instituto de Política Económica, un centro de estudios de Washington. Price resaltó que “esta continua disminución en la creación de empleos coincide con una caída del crecimiento en las remuneraciones por hora reales, para la mayoría de los trabajadores”. Por su parte, el secretario del Tesoro, John Snow, reconoció que “no estamos satisfechos”, pero que “de todos modos nos alienta el hecho de que el índice de desempleo bajó”. Gregory Mankiw, presidente del consejo económico de la Casa Blanca, dijo que la administración estaba decepcionada por las nuevas cifras. Para Mankiw, de todas formas, la economía va en buen camino dado que el país es “menos dependiente del petróleo que en el pasado”, pese a que el costo energético sigue siendo “un peso” para la economía.
El candidato demócrata presentó ayer su programa en materia de energía, que prevé el desarrollo de nuevas fuentes de suministros –como Africa y Rusia–, para reducir la dependencia petrolera de Estados Unidos. Mientras los precios del petróleo siguen aumentando, el senador prometió que antes de 2020, el 20 por ciento del consumo de energía de los vehículos estadounidenses provendrá de fuentes alternativas producidas en el país. “Importamos 61 por ciento del petróleo que consumimos, y Dios sólo nos dio 3 por ciento de las reservas mundiales de petróleo”, remarcó. Kerry promete crear un Fondo para la Seguridad y la Conservación Energética, dotado de 20.000 millones de dólares provenientes de las ganancias provenientes de las explotaciones federales de petróleo situadas a lo largo de las costas estadounidenses. Ese Fondo estimularía el desarrollo de nuevas fuentes de energía, pero también de tecnologías que consuman menos energía (sobre todo en la industria automotriz) a través de incentivos fiscales, asociaciones con los sectores industrial y agrícola. El candidato evitó, en cambio, pedir a los propios consumidores que ahorren energía. John Kerry llamó a diversificar las fuentes de energía: gas natural (desarrollar su explotación en el Golfo de México), carbón (“una parte de la solución energética del siglo XXI”), petróleo de fuera de la OPEP, etanol, biodiesel. El programa también hace referencia a la energía nuclear, aunque destaca los desafíos que supone reciclar los residuos y la seguridad de las centrales. Esta fuente de energía, que satisface 20 por ciento de las necesidades de electricidad de los norteamericanos, “puede cumplir un papel decisivo al suministrar una energía accesible reduciendo los riesgos vinculados al cambio climático”, estima el plan de Kerry.
Para los responsables de la campaña de Kerry, “los precios del petróleo alcanzaron esta semana niveles récord, y la administración Bush no hizo nada para enfrentarlos y poner fin a nuestra dependencia del petróleo extranjero”. Kerry aseguró: “Estados Unidos será más seguro y más libre cuando los recursos que alimentan nuestra economía estén en nuestras manos y cuando desarrollemos fuentes energéticas en nuestro país” y agregó: “Ningún joven uniformado debe terminar como rehén a causa de nuestra dependencia del petróleo de Medio Oriente”.