EL MUNDO › REPUBLICANOS Y OPONENTES PREPARAN LA BATALLA DE NUEVA YORK
Cómo devorarse a la Gran Manzana
A partir del 30 de agosto, Nueva York alberga a la Convención Republicana y también a los descontentos con George W. Bush.
Por David Usborne *
Desde Nueva York
La invasión de la Gran Manzana está por llegar y sus ciudadanos no podrían estar menos felices. A partir del próximo fin de semana, alrededor de 50.000 delegados y sus invitados llegarán a la ciudad para la Convención del Partido Republicano. Además, podrían venir hasta un millón de manifestantes, muchos de ellos muy ruidosos. “¿Por qué nosotros?”, se preguntan muchos neoyorquinos que esperan espantados la reunión de los republicanos que comienza el 30 de agosto. El partido de George Bush nunca antes había elegido a Nueva York para llevar a cabo su convención. Este es territorio demócrata: menos de uno de cada cinco neoyorquinos votaron por Bush en el 2000.
Solidaridad. Esa es la respuesta. Los republicanos se decidieron por Nueva York poco después de los ataques del 11-S al World Trade Center. Ir a la ciudad sería un gesto perfecto, pensaron, pero los demócratas lo ven de otra manera. Dicen que el presidente está intentando sacar utilidad de la tragedia del 2001 y usar como telón de fondo una Manhattan dolida para mostrarse como el duro líder que puede aplastar al terrorismo. Para el alcalde Michael Bloomberg, un republicano, la reunión de cuatro días es una oportunidad para que la ciudad se venda. Pero está preocupado de que todo también podría salir terriblemente mal. ¿Cómo tratarán los neoyorquinos a sus huéspedes? ¿Cuán violentas serán las prometidas manifestaciones? Solamente una semana antes, la ciudad está enfrentada con un grupo activista llamado Unidos por la Paz y la Justicia, que espera alrededor de 250.000 personas para una marcha en contra de Bush el próximo domingo. El grupo está haciendo juicio por el derecho de realizar la manifestación en Central Park. La ciudad se niega, alegando probables daños al césped.
“Tengo miedo de que esta cosa en Central Park explote”, dijo Gary Ferdman, director del consorcio de negocios que convenció a Bloomberg para que anuncie un programa de descuentos para los manifestantes que se comporten bien. Cualquier activista que prometa protestar pacíficamente tendrá como recompensa un distintivo mediante el cual podrán acceder a descuentos en restaurantes, hoteles y teatros.
Cientos de otros grupos están planeando sus propias manifestaciones, incluyendo Planned Parenthood (una ONG de planificación familiar), que marchará por el puente de Brooklyn en defensa del derecho de la mujer al aborto. Solamente una pequeña cantidad de permisos han sido otorgados para manifestaciones afuera del Madison Square Garden, el área para deportes y conciertos donde estarán reunidos los republicanos. El Departamento de Policía, que ya se está preparando para posibles disturbios, tendrá una enorme cantidad de oficiales protegiendo el Madison Square Garden y los hoteles donde se quedarán los delegados. Ha invertido en altoparlantes capaces de emitir órdenes al público a 50 decibeles, además de barreras mecánicas capaces de repeler vehículos.
Una encuesta reciente realizada por ABC TV encontró que más del 80 por ciento de los residentes en Nueva York desean que los republicanos no vayan. Con el objeto de que los huéspedes se lleven una buena impresión, la ciudad ha reclutado a 20.0000 voluntarios para darles la bienvenida a los delegados en el aeropuerto, mostrarles la ciudad y asegurarse que se diviertan. Pero algunos manifestantes planean estar en la puerta de los hoteles para dar información incorrecta a republicanos confundidos.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Ximena Federman