EL MUNDO › DOS PARTIDOS SE VAN DEL GOBIERNO
Ay, tus aliados, Lula
El PMDB, socio del oficialista PT, está afuera de la base del presidente Lula da Silva y tendrá candidato presidencial propio en 2006. El Partido Socialista también se fue de la coalición.
La popularidad del presidente Luiz Inácio Lula da Silva sigue alta, pero sus aliados desertan. El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal socio del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), decidió ayer apartarse de las filas del gobierno y presentar una candidatura propia a las elecciones de 2006. Y el izquierdista Partido Popular Socialista (PPS, ex comunista) anunció la noche del sábado el abandono de la base de sustento a Lula, por estar disconforme con la política económica ortodoxa aplicada por el ex líder sindical desde que llegó al poder en enero de 2003.
El PPS cuenta con 20 diputados (sobre 513), dos senadores (sobre 81) y un ministerio (Integración Nacional), ocupado por Ciro Gomes, candidato presidencial en 1998 y 2002, quien se apresta ahora a cambiar de partido para mantener su cargo. El PPS se orienta hacia la construcción de un “polo de izquierda” con el Partido Democrático Trabalhista (PDT, del difunto caudillo Leonel Brizola), que podría atraer a figuras históricas del PT. El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), por su lado, vivió ayer una desgastante batalla interna, política y judicial, para realizar una Convención Nacional destinada a “dejar los cargos en el gobierno federal” y definir una “candidatura propia” a la elección presidencial de 2006.
El resultado de la convención realizada en Brasilia abre el riesgo de provocar una escisión de los pemedebistas –porque no se espera que sus dos ministros presenten su renuncia– ni que la mayoría de sus 76 diputados (la segunda mayor bancada parlamentaria) y 22 senadores (primera bancada) acate la orden. Michel Temer, presidente del PMDB, afirmó que la decisión de apartarse del gobierno no provocará una crisis, ya que su partido “garantiza la gobernabilidad”, es decir, que votará a favor de proyectos, que sean de interés del oficialismo, pero buscará que éstos coincidan con los planes de esa fuerza.
La convención tuvo que librar una batalla judicial. Un juez de segunda instancia había ordenado por la mañana la suspensión de la reunión a pedido del ala progubernamental del PMDB (a la que pertenece el ex presidente José Sarney y actual presidente del Senado). Pero hacia el final de la tarde, el presidente del Tribunal de Justicia del Distrito Federal, Jerónimo Bezerra, revocó este fallo a pedido de Temer, considerando válida la convención, en la que votaron 311 miembros de un total de 519.
Las diferencias en el PMDB se desdoblan en rencillas entre caudillos de un partido, que nació como oposición autorizada a la dictadura militar (1964-’85) y está acusado de negociar apoyos contra cargos para permanecer siempre cerca del poder (antes de Lula, respaldó al socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso). “El PMDB será siempre un partido dividido. Lo ideal es que exista una mayoría que apoye al gobierno. Sin esa mayoría, el PMDB tiene un problema”, afirmó por su parte el jefe del gabinete ministerial, José Dirceu, en una entrevista publicada por la revista Epoca en su edición de este fin de semana.
El resultado de las elecciones municipales de octubre, en las cuales la socialdemocracia renació con la victoria de José Serra en San Pablo, movilizó a los partidarios de la ruptura con el gobierno, apodados “viudas de Fernando Henrique”. Tras esos comicios, Lula empezó a estudiar una reforma ministerial, que contemplaba entregar un nuevo ministerio al PMDB, pero los buenos resultados económicos y el fuerte repunte de su popularidad “cambiaron todo el panorama”, dijo una fuente gubernamental.
Según un sondeo divulgado la semana pasada, si las elecciones presidenciales de 2006 fueran hoy, Lula obtendría un segundo mandato (con un 49 por ciento). El sondeo hecho por Ibope se realizó en base a tres candidaturas. El candidato más fuerte por debajo del actual mandatario sería el socialdemócrata José Serra, rival en las pasadas elecciones.