EL MUNDO
Hay luz verde a la unidad nacional para la evacuación israelí de Gaza
Por dos votos, el Parlamento israelí aprobó ayer el nuevo gobierno de unidad nacional para garantizar el retiro de 21 colonias israelíes de Gaza, que la televisión pública informó que ocurrirá en un plazo de menos de 12 semanas para evitar violencia de los ultranacionalistas.
Por Donald Macintyre*
Desde Ramalá
Israel dio una cautelosa bienvenida a la elección de Mahmud Abbas como presidente ayer, después de que los resultados oficiales mostraron que éste se había asegurado el 62.3 por ciento de los votos, en una victoria abrumadora sobre sus más cercanos rivales. Al mismo tiempo, la televisión pública israelí informó que la franja de Gaza será evacuada en menos de 12 semanas ante el temor de un incremento de la violencia de grupos palestinos, en una aceleración del plan de desconexión del primer ministro Ariel Sharon. La medida será aplicada por el nuevo gobierno de coalición formado por Sharon y los laboristas, aprobado también ayer por el Parlamento ayer en una ajustada votación.
El presidente Bush –que había dejado de lado al predecesor de Abbas, Yasser Arafat– declaró que el nuevo presidente electo sería bienvenido en la Casa Blanca. El primer ministro israelí Ariel Sharon dijo que las declaraciones recientes de Abbas, también conocido como Abu Mazen, sobre terminar con la violencia, eran “alentadoras”. Agregó que éste sería “probado por el modo en que combata el terrorismo y actúe para desmantelar su infraestructura”. En público y en privado, no obstante, funcionarios israelíes fueron más efusivos. Raanan Gissin, vocero de prensa del primer ministro, dijo que el voto indicaba un alejamiento de la violencia de los palestinos, y agregó: “Creo que la votación muestra un cambio en las calles palestinas. Nosotros, ciertamente, damos la bienvenida a esto, y esperamos que, desde su mandato, Abu Mazen lidere al pueblo palestino por el camino de la reconciliación.” Varios funcionarios dijeron que se estaba preparando una llamada telefónica de felicitaciones a Abbas de parte de Sharon, quien logró ayer que el Parlamento aprobara por apenas dos votos a su favor el nuevo gobierno de unión compuesto por el Likud, el Partido Laborista y el Judaísmo Unido de la Torah para garantizar la evacuación de las 21 colonias en Gaza. Por su parte, Shimon Peres, el líder laborista, de crucial gravitación en la nueva coalición, aplaudió el resultado de los comicios palestinos, diciendo: “Un hombre moderado fue elegido, un hombre inteligente, un hombre experimentado. Démosle una chance.”
En privado, un funcionario israelí informó que algunas medidas de confianza recíprocas serían necesarias de parte de Israel para que Abbas mantuviera el cese de violencia al que se había comprometido, y que no se podía esperar que desarmara las facciones militares desde el día uno de su mandato. “Lo verdaderamente importante que tiene que hacer él primero es detener los ataques con cohetes Qassam sobre Sderot”, dijo el funcionario, en referencia a los crecientes ataques lanzados desde Gaza contra la ciudad israelí más cercana. Bush dijo a la prensa en la Oficina Oval que era “esencial que Israel mantuviera una visión de dos estados viviendo uno al lado del otro en paz, y que a medida que mientras los palestinos comiencen a desarrollar las instituciones de un estado, el gobierno de Israel apoye el desarrollo de estas instituciones y reconozca que son esenciales para una economía viable.”
A pesar del carácter equilibrado de las observaciones de Bush, y de su bienvenida cálida a Abbas, líderes palestinos e israelíes pueden tomarlas como una señal implícita de que será necesario un dilatado período en el que el nuevo liderazgo palestino pruebe que puede gobernar un estado viable antes de cualquier esperanza de negociaciones de estatuto definitivo.
Al menos en el corto plazo, algo del brillo de la victoria de Abbas se esfumó después que Comité Central Electoral admitiera que los resultados no tuvieron en cuenta a más de 700.000 que no se inscribieron para votar. También admitió que debería investigarse la situación de 30.000 votantes no inscriptos a los que se les permitió votar, en un cambio de reglasacordado durante los comicios el domingo, que fueron prorrogados por dos horas.
Abbas canceló su primer discurso planeado como nuevo presidente electo, sobre la base de que, según funcionarios, la comisión electoral no podía declarar aún las cifras de la votación como finales. La comisión se ve obligada a tomarse dos días para considerar reclamos sobre los comicios y después emitir su cifra final dentro de los cinco días. Si bien la Comisión no confirmó que el número total de aquellos que podían votar era el ampliamente difundido de 1,8 millones, sí dijo que, del 1,1 millón que se inscribió para votar, el total que lo hizo ascendió a 700.000: una concurrencia del 63 por ciento pero que podría representar menos de la mitad de aquellos que podían haberse inscripto.
* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Alicia B. Nieva.