EL MUNDO › EL PRESIDENTE SE RODEO DE UN GABINETE AFIN
Toda la “familia” de Chirac
Por Eduardo Febbro
Desde París
El presidente francés Jacques Chirac se rodeó de los hombres más fieles de su familia. El nuevo primer ministro Jean-Pierre Raffarin presentó ayer el nuevo gobierno francés en cuyo seno se destacan figuras muy cercanas al mandatario recién reelecto. Exceptuando los líderes de las liberales UDF y DL, todas las cabezas pensantes de la derecha republicana ingresaron en el equipo de Raffarin. El puesto más clave del dispositivo gubernamental recayó en uno de los más adeptos y jóvenes partidarios de Jacques Chirac, Nicolás Sarkozy, nombrado ministro de Interior, de la seguridad interior y de las libertades locales. Joven, enérgico, plebiscitado por los militantes de la derecha, Sarkozy tiene la doble y difícil misión de cumplir con las promesas presidenciales en materia de lucha contra la delincuencia y preparar el campo de batalla de las elecciones legislativas del mes de junio.
Otro de los puestos claves es la cartera de Economía, ocupada a partir de ahora por un personaje desconocido del gran público, François Mer. Oriundo de la sociedad civil, Mer era presidente director general de Arcelor, el gigante europeo del acero. Su llegada al Ministerio de Economía representa un guiño muy fuerte hacia los sectores de la derecha moderada. Mer es un eminente miembro del patronato cristiano, un resuelto partidario del diálogo social y, por paradójico que parezca en un hombre surgido de las grandes multinacionales, un ardiente defensor del concepto de “globalización regulada”. El ministro siempre alegó que era preciso cierta “regulación del sistema mundial” para “organizar las consecuencias de la globalización y minimizar los inconvenientes de un sistema que deja a las personas menos eficaces al borde del camino”. Entre los nombramientos más emblemáticos aparecen Michèlle Alliot Marie, la presidenta del partido creado por Jacques Chirac, RPR (Reunión para la República), designada como ministra de Defensa y de los ex combatientes. Alliot Marie es uno de los pilares del sistema de Chirac y, junto al recién nombrado ministro de Relaciones Exteriores, Dominique de Villepin, constituyen la “guardia política” personal del presidente francés. Dominique Villepin ocupó hasta su nombramiento el puesto de secretario general de la Presidencia de la República. A él se le atribuyen a la vez los aciertos de Chirac y las grandes erradas de su presidencia. Villepin fue el arquitecto de la fallida disolución de la Asamblea Nacional decidida por Chirac en 1997 y al cabo de la cual la derrota de la derecha dio lugar a los cinco años de cohabitación que terminaron ayer con la renuncia de Lionel Jospin. Villepin es un diplomático de carrera, refinado y culto, tan conocido por sus actividades políticas como por los libros de historia que ha escrito. En su última obra publicada, Los 100 días de Napoleón, Villepin cuenta con un arte consumado el retorno de Napoleón luego de su “exilio” en la isla italiana de Elba. Entre las demás figuras ajenas al mundo específicamente político sobresale el nombramiento del filósofo Luc Ferry al puesto de ministro de Educación. Ferry, un hombre cercano a los liberales, es el autor de numerosos ensayos sobre filosofía que rápidamente se convirtieron en best-sellers. Cabe destacar también a Hervé Gaymard como ministro de Agricultura y de Dominique Perben a cargo de la cartera de Justicia. En total, de 27 miembros, 15 ministros plenos 12 ministros delegados y secretarios de Estado, Chirac edificó un equipo estrecho pero de combate con vistas a la próxima y decisiva cita legislativa.