EL MUNDO › EL GOBIERNO YA TIENE UNA CARTA DE CONDOLENCIAS PREPARADA
Con el duelo nacional preparado
El Gobierno decretaría tres días sin actividades oficiales a partir de que el Vaticano anuncie formalmente el deceso del Papa. No se descarta que Kirchner viaje a Roma al funeral, aunque el protocolo habitual es que el Presidente vaya a la asunción.
Néstor Kirchner seguía, al cierre de esta edición, “expectante” la evolución de la salud de Juan Pablo II, quien agoniza en el Vaticano. Fuentes de la Casa Rosada aseguraron que por el momento no habrá ninguna comunicación oficial, aunque extraoficialmente se hablaba anoche de hacer honor al protocolo y disponer de tres días de duelo nacional una vez que se produzca el deceso del Papa.
“En momentos difíciles y críticos, (Su Santidad) ha sido un luchador por la paz. Intervino en el conflicto que pudo haberse producido con Chile y permitió un encuentro entre los pueblos. Y cuando nos acompañó en el momento dramático que fue la guerra de Malvinas”, dijo anoche el secretario de Culto, Guillermo Olivieri, sobre el Sumo Pontífice. Casi las mismas expresiones salieron de boca del embajador argentino en el Vaticano, Carlos Custer.
Cuidando las formas, anoche el Gobierno definía el contingente que participará del funeral de Juan Pablo II. En la Secretaría de Culto se informó a Página/12 que, de acuerdo con el protocolo, el viaje deberían hacerlo el vicepresidente de la Nación y el ministro de Relaciones Exteriores. Es por eso que durante la tarde se daba por seguro el viaje de Daniel Scioli y Rafael Bielsa, este último recién llegado de Washington, en donde participó de un encuentro con la secretaria de Estado norteamericano, Condoleezza Rice. Y a ellos debería sumarse Olivieri.
No obstante, fuentes oficiales aseguraron a este diario que aún no estaba definida la comitiva. Y que seguía siendo materia de análisis en la Cancillería. Cuando Página/12 consultó si iría Kirchner, se informó que protocolarmente el Presidente –acompañado de Bielsa y Olivieri– debe asistir a la asunción del nuevo Pontífice, que generalmente se realiza 60 días después del fallecimiento de su predecesor. Sin embargo, el protocolo es una regla general que se ajusta a cada situación y es muy probable que en este caso asistan a las exequias otros presidentes, por lo cual el tema sigue siendo analizado en la Cancillería.
La inminente muerte de Juan Pablo II ya está apurando la modificación de la agenda internacional. Y es probable que se suspenda la Asamblea General de la OEA prevista para la próxima semana. En Presidencia recordaron que Kirch-ner tiene una invitación a Alemania, entre el 11 al 17 de este mes, mientras que Scioli partirá a Rusia el próximo 17.
En las oficinas gubernamentales se repasaba que las exequias oficiales se cumplimentan entre el cuarto y quinto día de comunicarse el fallecimiento del Papa, en una ceremonia que se extiende por nueve días.
Se informó, además, que la Secretaría de Culto dio forma ayer a una carta de recogimiento, cuyo contenido no será difundido hasta que el Vaticano anuncie el deceso. El 14 de marzo, Kirchner había enviado una epístola al Papa haciéndole llegar el “afecto del pueblo argentino” y el deseo de un “pronto restablecimiento de su salud”. Además, en ese texto expresó el “permanente reconocimiento de la Nación Argentina al Sumo Pontífice, por todas las muestras de amor que ha querido dispensarnos, en particular, por haber sido forjador, peregrino y mensajero de la paz”.
La Cancillería mantenía anoche línea directa con Custer, quien acercaba el parte sobre la evolución del Santo Padre. Mientras tanto, cerca de Kirchner comenzaron a actuar sabiendo que ya no hay esperanzas de vida para el Papa. Por eso ya se imaginaban tres días sin actos oficiales. Por eso estaba en duda la realización del acto por el 23º aniversario del desembarco argentino en Malvinas, que está previsto que encabece Kirchner en el Regimiento Patricios.
Anticipándose, se suspendió anoche el recital del pianista y compositor Mariano Mores en el Salón Blanco. Además, se informó la incorporación a la página web de Presidencia de numerosas fotos que el histórico reportero gráfico de Gobierno, Víctor Bugge, le realizó al Papa en su paso por la Argentina, tanto en 1982 como en 1987.