EL MUNDO › OTROS INTENTOS POR DESBLOQUEAR LAS RELACIONES
El primero que buscó negociar
Los gestos de buena voluntad de Jimmy Carter hacia Cuba no son nuevos. En un intento de acercarse a Cuba tras la ruptura de los lazos diplomáticos bilaterales en 1961, la administración del ex presidente demócrata (1977-1981) estableció secciones de intereses oficiales en La Habana y Washington y eliminó las restricciones para viajar a la isla, pero no consiguió avanzar todo lo deseado.
En marzo de 1977, Carter eliminó las restricciones impuestas a los estadounidenses para viajar a Cuba en el embargo de 1960, pero en diciembre de ese mismo año el envío de tropas cubanas a Etiopía descarriló el proceso de normalización de relaciones buscado por el ex presidente estadounidense. Las restricciones de viajes a la isla fueron restauradas en abril de 1982 por la administración republicana de Ronald Reagan, y siguen vigentes hoy en día (el embargo prohíbe a los estadounidenses gastar dinero en Cuba, creando una prohibición efectiva de viaje).
En noviembre y diciembre de 1978, el diálogo entre miembros de la comunidad cubano-estadounidense y el gobierno de Cuba llevó a la liberación de 3600 prisioneros políticos y derivó asimismo en acuerdos relacionados con viajes y emigración. Pero en 1980, la decisión de Carter de abrir la puerta al denominado “éxodo del Mariel”, cuando 125.000 cubanos –entre ellos miles de ex presidiarios y discapacitados mentales– llegaron a Florida en menos de seis meses, sembró temor en Estados Unidos.
Todo empezó cuando Carter afirmó que unos 11.000 cubanos que habían ocupado violentamente el 1º de abril de 1980 la Embajada de Perú en La Habana con el objetivo de llegar a Estados Unidos serían bien recibidos en este país. Castro abrió entonces las puertas de la isla y dijo que los cubanos que querían irse podían ser levantados en el puerto de Mariel, cercano a La Habana. Hasta el 5 de octubre de 1980, lanchas y barcos fletados por los cubanos de Miami se llevaron de Mariel a 125.000 de sus compatriotas, denominados desde entonces “marielitos”.
Carter defiende el fin del embargo comercial impuesto por Washington a La Habana y el fin de las restricciones para viajar a la isla. El viaje de Carter a La Habana este domingo, el primero de un ex presidente estadounidense desde 1959, se produce mientras empresarios y agricultores estadounidenses presionan al Congreso para intentar levantar el embargo y entrar al mercado cubano, de 11 millones de personas, al que sí acceden sus competidores canadienses y europeos. Estos han formado una especie de lobby procubano que se opone al anticubano, integrado por la comunidad exilada, y que siempre hace pesar su importancia en Florida en un año de elecciones como éste.