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@Cuando afloja, lo corren por derecha. El premier israelí Ariel Sharon sufrió un serio revés a su política por parte de su propio partido. Tras decidir la suspensión de una ofensiva prevista en la Franja de Gaza como respuesta al ataque suicida del martes cerca de Tel Aviv, el premier israelí se enfrentó ayer a la oposición del Likud, que en una votación mayoritaria se manifestó contra la creación de un Estado palestino. La propuesta fue hecha por el gran enemigo interno de Sharon y probable vencedor en las próximas elecciones israelíes, si se mantienen las tendencias actuales: el ex premier Benjamin Netanyahu. Con algunas fricciones momentáneas con sus socios laboristas en el gobierno, esta fractura por derecha podría significar para Sharon una pérdida de su base política para gobernar, si Netanyahu logra de alguna forma escalar la división para atraer los votos parlamentarios que están a la derecha del Likud y así llevar a la caída del actual gobierno de unidad nacional. Según el dirigente palestino Saeb Erekat, la noticia “muestra que entre Sharon y Netanyahu hay una diferencia meramente táctica”.
Todo estaba dispuesto para la ofensiva en la Franja de Gaza. Los reservistas habían acudido al llamado y las fuerzas ya estaban apostadas en las afueras de ese territorio, cuya densidad de población es superior a Cisjordania y cuya resistencia a la invasión iba a ser evidentemente mayor. Diversas fuentes aseguraron que la decisión de suspender la ofensiva estuvo relacionada con que trascendieron detalles a la prensa respecto de cómo se llevaría a cabo la operación. Esto habría permitido que los activistas palestinos emprendieran distintas acciones que aumentarían el número de bajas tanto de soldados israelíes como de civiles palestinos. Además, algunos generales se manifestaron contra la operación. Ayer, el ministro de Defensa israelí, Benjamin Ben Eliezer, dijo que la decisión de Israel no debía ser interpretada como una rendición ante el “terrorismo”. “Nos reservamos el derecho de responder cuándo y cómo nosotros querramos y punto”, dijo Ben Eliezer mientras visitaba el lugar cercano a Tel Aviv donde ocurrió el atentado suicida palestino realizado el martes, donde murieron 15 israelíes y que motivó los planes de atacar Gaza.
Una Asamblea General del Likud recordó las fricciones que existen al interior del partido. Netanyahu presentó una propuesta por la que “el Likud no puede permitir la creación de un Estado palestino al oeste del río Jordán”. Además, Netanyahu criticó que Sharon apruebe la conferencia internacional que Washington apoya para tratar el conflicto de Medio Oriente. “Esa conferencia restaurará la credibilidad internacional de Arafat y volverá al mundo contra nosotros”, expresó el principal opositor a Sharon dentro de su partido.
Durante el encuentro –que fue televisado– Sharon intentó bajar los decibeles de la confrontación y cambiar el eje: “El tema no está en el orden del día. Una decisión en este sentido sería peligrosa”, ya que una negativa a un futuro establecimiento de un Estado palestino enfrentaría a Israel con Washington y con la comunidad internacional. Según informó Radio Israelí, el 59 por ciento de los participantes votaron contra un Estado palestino, obteniendo 669 votos contra 465. Este resultado pone en evidencia el creciente apoyo que dentro de la derecha obtiene Netanyahu con un discurso más derechizado que va en sintonía con la opinión pública israelí en la actualidad. “Respeto cualquier decisión democrática del comité central, pero seguiré dirigiendo el país según los principios que siempre mantuve: seguridad para los israelíes y aspiración a la paz”, declaró Sharon tras la votación, y antes de abandonar la sala entre silbidos.
Esto ocurre en medio de tenues contactos diplomáticos entre israelíes y palestinos. El sábado por la noche, antes del recital por la paz en el Coliseo de Roma en el que cantaron, entre otros, la argentina Mercedes Sosa, el canciller israelí Shimon Peres se había reunido con el consejero económico de Arafat, Mohammed Rashid. Ayer, el presidente egipcio HosniMubarak y el príncipe saudita Abdul Bin Abdulaziz se reunieron en la localidad egipcia de Sharm el Sheij para discutir opciones para “calmar la situación en Medio Oriente tras el agravamiento de la tensión por parte de Israel en los territorios ocupados palestinos”. El portavoz de la Cancillería israelí saludó la iniciativa, aunque dijo que espera escuchar ofertas concretas.
Ayer la violencia continuó: un israelí resultó muerto por disparos de un palestino cerca de la ciudad de Rafá, próxima a la frontera con Egipto. En Cisjordania, el ejército israelí llevó a cabo una redada en Tulkarem y arrestó a dos activistas.