EL MUNDO › EL EJECUTIVO BRITANICO EVITA
UNA CONSULTA CONDENADA AL FRACASO
Tiro de gracia a la Carta Europea
El canciller británico Jack Straw anunció lo previsto tras el doble “no” francés y holandés: Londres congeló por tiempo indefinido el referéndum sobre la Constitución Europea para el próximo año. Es el primer país que interrumpe el proceso de ratificación.
Por Marcelo Justo
El canciller británico Jack Straw asestó un nuevo golpe al proceso de ratificación de la Constitución Europea. El titular de Relaciones Exteriores anunció a la Cámara de los Comunes la suspensión del referéndum sobre la Constitución previsto para el año próximo. Straw justificó la decisión británica por el contundente doble “no” a la Carta Magna europea en los referendos de Francia y Holanda. “Nos reservamos el derecho a volver a presentar el proyecto de ley para la realización de un referéndum si cambian las circunstancias actuales, pero por el momento no es necesario seguir adelante con este procedimiento”, dijo el canciller.
En Gran Bretaña, la opinión unánime de la clase política y los medios es que la Constitución fue herida de muerte en el referendo francés y recibió un tiro de gracia tres días más tarde en la consulta holandesa. En cuanto al futuro del proceso de ratificación, el canciller precisó un secreto a voces: que la cumbre en Bruselas la próxima semana será la madre de todas las batallas. “Gran Bretaña no puede determinar por sí sola el futuro de la Constitución. Los líderes europeos deben ahora decidir cuál es la mejor manera de solucionar este problema”, dijo Straw. El discurso de Straw finalizó con un llamamiento a favor de la integración: “La Unión Europea sigue siendo un logro valioso y único, central para la prosperidad y el bienestar británico”. “La cooperación europea ha roto las barreras para viajar, trabajar y disfrutar. La UE sigue siendo vital para la paz y la democracia”, afirmó. Sin embargo, hay una realidad: el Reino Unido es el único país que ha interrumpido el proceso de ratificación de la Constitución Europea desde que estalló, la semana pasada, la crisis con los “noes” de Francia y Holanda.
El anuncio de Straw pasó por alto el pedido expreso del presidente francés Jaques Chirac y del canciller alemán Gerhard Schroeder durante la reunión este fin de semana en Berlín para que el resto de las naciones europeas continuara con el proceso de ratificación. Pero el gobierno laborista no dio un portazo definitivo a la posibilidad de una consulta. Anunciando una “simple” suspensión del referendo, el Ejecutivo británico quiere evitarse el amargo oficio del sepulturero, sin por ello abrir flancos débiles a la oposición conservadora que siempre se ha destacado por su virulento euroescepticismo.
En la Cámara, el anuncio laborista provocó un griterío de protesta de la bancada opositora. El portavoz de Relaciones Exteriores conservador, el médico Liam Fox, aprovechó el delicado juego de equilibrista que está haciendo el gobierno para exhortarlo a proclamar cuanto antes la muerte de la Constitución. “No practico ya la medicina, pero sigo reconociendo un cadáver cuando lo veo. Y esta Constitución es un caso para la morgue”, dijo Fox entre las risas de sus parlamentarios.
El diputado conservador calificó a Chirac y Schroeder de “dinosaurios” y exhortó al primer ministro Tony Blair a comparecer ante la Cámara luego de la cumbre en Bruselas para aclarar si la Constitución y el proceso de ratificación están finalmente muertos. Incluso el más importante conservador proeuropeo y ex ministro de Economía, Kenneth Clarke, se plegó a la opinión dominante en este país. “Estaríamos absolutamente locos si después del resultado de estos referendos sometemos el tema a votación”, dijo Clarke. El ex ministro también pidió al gobierno que renuncie a futuras reformas de los tratados europeos. “Podemos vivir con el Tratado de Niza y concentrarnos en la tarea que debemos afrontar: la reforma económica.” Clarke busca competir por el liderazgo tory y para ello debe sacar al tema europeo de la agenda, ya que los militantes conservadores en el 2001 eligieron al antieuropeo Iain Duncan Smith en un mano a mano final. Según un sondeo de la encuestadora ICM dado a conocer ayer, un 64 por ciento de los británicos rechaza la Constitución.