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En lo que podría ser un nuevo atentado del grupo separatista checheno, un tren descarriló ayer entre Grozny, la capital chechena, y Moscú debido a una bomba en la vía, dejando al menos 42 heridos. Gracias a que el tren iba a poca velocidad y que la explosión ocurrió antes de que pasara la locomotora, no hubo víctimas fatales. De los 42 heridos, sólo 5 fueron trasladados al hospital y ninguno en estado crítico. La conexión ferroviaria entre Moscú y Grozny, tiene 1500 kilómetros de distancia y se reinauguró el año pasado luego de permanecer clausurada cinco años por la guerra. Ayer se conmemoraba el Día de la Independencia Rusa. El gobierno ruso había elevado la alerta por posibles atentados en este feriado nacional ya que en los años 2002 y 2004, el 9 de mayo, día del aniversario del fin de la guerra, murieron más de 40 personas a raíz de atentados explosivos en el norte del Cáucaso.