EL MUNDO › EL VOTO CLAVE DE PONTEVEDRA
La puerta de Galicia se le cerró a Fraga
Con el escrutinio del voto emigrante de ayer, el Partido Popular no logró la mayoría absoluta para gobernar (el “escaño de oro”) y el gobierno regional será socialista.
Galicia ya no pertenece al pasado. Después de una semana de incertidumbre, el voto extranjero ratificó la mayoría absoluta –38 escaños– conseguida por la coalición del Partido Socialista de Galicia (PSdeG) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) que le permiten acceder al gobierno regional, luego de cuatro mandatos sucesivos del veterano y ex ministro del dictador Francisco Franco Manuel Fraga. Todas las expectativas de la jornada estuvieron puestas en el departamento de Pontevedra, donde el Partido Popular (PP) buscaba robarle un escaño al PSdeG. En medio de impugnaciones y recursos legales, el PP no pudo lograr el 66 por ciento que necesitaba. Para el candidato socialista, Emilio Pérez Touriño, “los votos de la emigración ratifican la decisión de los gallegos expresada en las elecciones del 19 de junio a favor de un cambio en Galicia”.
Con casi la totalidad de los votos escrutados en Pontevedra, el PP conseguía un 49,7 por ciento, el PSdeG un 43,7 por ciento, y el BNG apenas un 4,1 por ciento, una diferencia insuficiente para cambiar el resultado del pasado 19, en el que el PP obtuvo 37 escaños, el PSdeG 25 y el BNG 13. Touriño, que compartirá el gobierno con el nacionalista Anxo Quintana, se declaró “altamente satisfecho”, ya que el resultado “abre la puerta a la alternancia política” en Galicia. La mayor parte de los votos del extranjero procedieron de Argentina –54.305–, seguida de Uruguay –14.512–, Suiza –12.617–, Venezuela –12.071– y Brasil –7865–.
En las primeras horas de la tarde, el PP impugnó la decisión de la Junta Electoral de Pontevedra de rechazar los votos sellados después del 18 de junio o a aquellos que no tenían el membrete con el día y el lugar en que fueron emitidos. El dirigente del PP Federico Trillo pidió que se “reconsidere” la decisión que permitiría computar las papeletas que hayan llegado al aeropuerto de Madrid el 19 de junio, porque se entiende que fueron emitidos antes de la jornada electoral. También destacó que esos votos podían ser “determinantes” y decisivos en el recuento final.
Cuando la Junta decidió rechazar el recurso del partido gobernante, el coordinador de campaña del PP de Galicia, Xosé Crespo, pidió la “suspensión” del recuento en Pontevedra. Crespo aseguró que el PP se reservaba el “derecho” a ir ante un juzgado contencioso electoral y pedir que el voto de los emigrantes de esa provincia tuviera “un tratamiento distinto”. No obstante, la Justicia electoral provincial comenzó a escrutar los votos, dejando de lado los rechazados –aunque aceptó el pedido del PP de no destruirlos–, a las 20.40 hora local.
Por el contrario, el secretario de Organización del PSdeG, Ricardo Varela, defendió que los sufragios que llegaron tarde no se debían computar, ya que fueron recibidos fuera del plazo establecido. En medio de la incertidumbre que todavía envolvía los comicios a la tarde, el PSOE acusó a los conservadores de sembrar dudas sobre el funcionamiento del proceso y de tratar de deslegitimar el resultado.
Durante la semana pasada, Fraga había declarado que no quería sembrar sospechas, pero que “algo no funcionaba” en el retraso de la llegada de sufragios desde Venezuela. Incluso algunos medios de comunicación culparon al propio presidente Hugo Chávez. El gobierno socialista español salió al paso de estas declaraciones y la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, dijo que el procedimiento en la recepción del voto emigrante estaba “funcionando con absoluta normalidad” y que las insinuaciones formuladas al respecto eran “inaceptables e injustificadas”. Los socialistas también tenían esperanzas de sumar un nuevo escaño por la provincia de Orense, ya que debían obtener una diferencia de 3578 votos sobre un total de más de 23.600 sufragios válidos. Durante la tarde, el legislador socialista Manuel Luis Rodríguez aseguró que “las posibilidades de que el PSdeG arrebate un escaño al PP en Orense superan las posibilidades de cambio en Pontevedra”. Todavía anoche no se conocían los resultados en esta región, pero dado que el PSdeG mantuvo sus bancas en Pontevedra, el resultado en Orense ya no es crucial para definir la elección.
El PP estaba convencido de que tenía una posibilidad de alcanzar el escaño número 38 en Pontevedra, porque en las elecciones autonómicas del 2001 había logrado la diferencia de más de 8500 votos que necesitaba ayer para mantenerse en el poder. Sin embargo, quizás esto debió haber sido una alerta para Fraga: en las elecciones europeas de junio del año pasado, el PSdeG se impuso en el voto extranjero en esa provincia.
Un dato llamativo es el enorme aumento de la participación de los emigrantes en las cuatro provincias, que llegó a alrededor de un 80 por ciento más que en la elección del 2001. De un total de 305.017 gallegos residentes en el exterior, que representa el 11,6 por ciento del electorado español, y que estaban llamados a votar en los comicios del 19 de junio, 109.781 están inscritos en el censo de La Coruña, 89.184 en Pontevedra, 67.720 en Orense y 38.332 en Lugo.
Touriño, que previsiblemente asumirá la presidencia de la Xunta, anunció anoche ante sus seguidores en Santiago de Compostela, la capital regional, que dedicará todas “sus energías” a cumplir el mandato del cambio expresado por los gallegos. Por su lado, Fraga aseguró que “seguirá al servicio de Galicia” en el puesto que sea.