EL MUNDO › EL MINISTRO DE BLAIR, JACK STRAW,
DIJO QUE MAS PERSONAS PUEDEN SER BALEADAS
Un lugar común, el “tiro a matar” inglés
Brasil advirtió a Gran Bretaña que se debe respetar la vida de los inocentes y pidió explicaciones por la muerte del joven Menezes. El gobierno británico mantendrá la política de “tirar a matar” a un sospechoso de terrorismo.
“Ante la duda es preferible matar.” Este fue el escalofriante argumento que el jefe de la Policía Metropolitana utilizó ayer para defender la política de sus fuerzas de “tirar a matar” cuando tratan con posibles atacantes suicidas. Y agregó: “Más personas pueden ser baleadas”. Jack Straw, el ministro del Exterior, también defendió esta forma de proceder. Dijo que era esencial que la policía tuviera la capacidad de lidiar, efectivamente, con la amenaza de un ataque suicida. Desde Londres, su par brasileño, Celso Amorim, reiteró que “Brasil se solidariza con el Reino Unido”, pero insistió en que, aun en el marco de campañas antiterroristas, “es necesario respetar los derechos civiles y la vida de los inocentes”.
A raíz de la muerte de Jean Charles Menezes, el joven brasileño acribillado por error por Scotland Yard, Amorim reclamó explicaciones a Gran Bretaña. El canciller del gobierno de Lula da Silva declaró: “Vine a Londres a expresar conmoción y perplejidad del gobierno y el pueblo brasileño por la muerte de Menezes”. Amorim sólo pudo hablar telefónicamente con Straw, ya que éste no se encontraba en la capital británica. El jefe de la policía Metropolitana, Ian Blair, y el ministro del Interior, Charles Clarke, sólo se limitaron a pedir disculpas a la familia damnificada. Jean Charles de Menezes, de 27 años, era un inocente electricista brasileño, que fue baleado por la policía el viernes en la estación de subte Stockwell, en el sur de Londres. La muerte ha provocado fuertes críticas de la familia del fallecido contra la policía a la que ha calificado de “estúpida e incompetente”.
Ian Blair ya adelantó: “Alguien más puede ser herido. Pero todo se hace para mejorar la situación”. Frente a esta postura oficial, el canciller brasileño sólo se limitó a repetir una y otra vez: “Está claro que Menezes era un ciudadano pacífico e inocente”. Pero Ian continuó defendiendo sus fuerzas: “Estas son unas circunstancias aterradoras para los individuos que tienen que tomar decisiones”. El más alto jefe de la Policía en el país defendió las acciones de sus oficiales diciendo: “Lo que tenemos que reconocer es que la gente está tomando decisiones, en un tiempo increíble y difícilmente rápido, en situaciones de vida o muerte. No fue simplemente un episodio fortuito, y lo que es aún más importante de reconocer, es que todavía está pasando allá afuera. Todavía hay oficiales allá afuera tratando de tomar esas decisiones mientras hablamos”.
Desde el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 en los Estados Unidos, la policía británica ha adoptado una política de “tirar a matar” cuando lidia con posibles atacantes suicidas. Anteriormente, los oficiales armados eran entrenados para disparar a los que “amenazaban la vida” en el cuerpo, generalmente dos veces, para desarmarlos y superarlos. Pero ante la amenaza de ataques suicidas esto se alteró para permitirles a los oficiales a disparar a un sospechoso –que se cree que lleva explosivos– en la cabeza. A los oficiales armados se les ha enseñado que disparen varias veces al sospechoso para que no pueda activar la bomba, y que eviten dispararle al cuerpo por si, accidentalmente, detonan los explosivos con una de las balas.
Los procedimientos de tirar a matar cuando se trata de atacantes suicidas se mantendrá, insistió Ian. “Deben ser así porque no tiene sentido dispararle en el pecho, ya que allí es donde probablemente esté la bomba”, le explicó a Sky News. “No tiene sentido disparar a cualquier otro lado si cuando caen pueden detonarla.”
“Lo extrajimos de la experiencia de otros países, incluyendo Sri Lanka. La única manera de lidiar con esto, es disparando a la cabeza.” La política ha sido “revisada y revisada” por varios meses, y era una nacional, no sólo para Londres, explicó.
Straw también defendió la política de “tirar a matar”. Dijo que era esencial que la policía tuviera la capacidad de lidiar, efectivamente, con la amenaza de un ataque suicida. El antiguo comisionado de la fuerza Metropolitana, John Stevens, ahora Lord Stevens, explicó ayer por qué la política “tirar a matar” se adoptó luego de las atrocidades del 11 deseptiembre. Aseguró: “Mandé equipos a Israel y a otros países víctimas de atacantes suicidas, donde aprendimos una terrible verdad”.
“Hay una sola manera segura de parar a un suicida que está determinado a realizar su misión: destruir su cerebro instantáneamente, completamente. Lo que significa dispararle con poder devastante en la cabeza, matarlo inmediatamente. En cualquier otra parte y a pesar de que pueden estar muriendo, todavía pueden lograr activar el dispositivo.” El manual actual de la policía dice que los oficiales pueden disparar si están “convencidos que hacerlo es lo único que puede proteger al oficial o a otra persona de un peligro inminente para su vida o que le provocaría una seria herida.”
La policía de vigilancia, Comisión Independiente de las Quejas de la Policía, anunció una investigación de los disparos en Stockwell de miembros de la unidad de oficiales con armas de fuego SO19 de la fuerza Metropolitana.