EL MUNDO
Bombas en Bagdad
Unas 32 personas murieron en una serie de ataques perpetrados ayer en Irak, incluido un atentado suicida con camión bomba contra un puesto de policía en el sudeste de Bagdad. Es moneda corriente el ataque a las nuevas fuerzas de control iraquíes, de parte de la insurgencia. Policías y civiles figuran entre las víctimas, cuyos cuerpos fueron calcinados. Según el Ministerio de Interior, el balance podría ser mayor, ya que las fuerzas de seguridad continuaban buscando entre los escombros. Unos 25 coches resultaron dañados por la explosión, que provocó el incendio de un edificio cercano, y daños en tiendas. Asimismo, ayer un soldado norteamericano fue muerto y dos resultaron heridos.