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Por Kim Sengupta*

Al Qaida advirtió ayer que Gran Bretaña puede esperar más ataques terroristas por la política exterior que sigue Tony Blair. Ayman Al Zawahiri, el segundo de Osama bin Laden, insistió en que los ataques suicidas de Londres eran el resultado directo de la decisión del primer ministro de unirse a la invasión de Irak liderada por Estados Unidos. Al Zawahiri, sosteniendo una Kalashnikov a su lado, declaró: “Las políticas de Blair les llevaron destrucción en el centro de Londres y les llevará más destrucción, si Dios quiere”. También continuó prometiendo ataques a los estadounidenses “que les harán olvidar los horrores que vieron en Vietnam”.
La declaración, en un video difundido por el canal satelital árabe Al Jazeera, fue el primer mensaje de Al Qaida desde las explosiones de Londres. Se vio un día en que Londres se preparó para más posibles atentados, con 6 mil policías en las calles y patrullando el sistema del transporte (ver aparte). Ayer también fue la comparecencia en tribunales, en Londres, de Ishmael Abdurahman, la primera persona acusada de los ataques.
El segundo en la cadena de mando de Al Qaida estuvo a punto de adjudicarse la responsabilidad por las explosiones en Londres. Sin embargo, aseguró que Gran Bretaña, Estados Unidos y los otros países que tienen tropas en Irak enfrentarán incesantes hostilidades. “... Derramaron sangre como si fueran ríos en nuestros países y nosotros explotamos volcanes en los suyos. Nuestro mensaje es claro, fuerte y definitivo: no habrá salvación hasta que se retiren de nuestra tierra, paren de robarnos nuestro petróleo y nuestros recursos, y termine su apoyo a los gobernantes (árabes) infieles y corruptos”, declaró.
Con un túnica blanca y un turbante negro, Al Zawahiri, considerado como el mentor espiritual de Bin Laden y su asesor más cercano, acusó a la administración de Estados Unidos de falsificar las pérdidas en Irak y Afganistán. Conocido como un astuto organizador y planificador militar, Al Zawahiri, un cirujano de ojos egipcio, es considerado la “mente” detrás de los ataques del 11 de septiembre en los Estados Unidos. También es buscado en conexión con muchos otros ataques; fue sentenciado a muerte en Egipto –en ausencia– y el gobierno federal le puso un precio a su cabeza de 25 millones de dólares. Durante los ’90, se cree que vivió por períodos tanto en Dinamarca como en Suiza, usando un pasaporte falso. La última vez que se lo vio fue en Khost, en Afganistán, más de cuatro años atrás. La esposa y los hijos de Al Zawahiri habrían muerto en un ataque aéreo estadounidense en Afganistán, a fines de noviembre del mismo año.
“La verdad ocultada por Bush, Rice y Rumsfeld es que no hay manera de irse de Irak sin una retirada inmediata, y cualquier dilatamiento sólo significa más muertos, más pérdidas.” La vinculación que hizo Al Zawahiri entre la política exterior de Blair y los ataques de Londres refuerza las declaraciones de Osman Hussain, un sospechoso de los ataques del 21 de julio que está ahora en custodia en Roma, en las que asegura que él y sus cómplices estaban motivados por el sufrimiento de sus hermanos musulmanes en Irak. Hussain, que está detenido en Italia bajo la Orden de Arresto Europea, enfrentará una audiencia allí el 17 de agosto para decidir si puede ser o no extraditado al Reino Unido.
Downing Street se negó a comentar sobre la amenaza de Al Qaida. Se dice que Blair habría pedido a sus colegas del gabinete que acorten sus vacaciones de verano para participar de una reunión de emergencia el mes próximo.
El vocero del partido Liberal Democrático, Sir Menzies Campbell, aseguró: “Nadie debería sorprenderse de que intenten sacar rédito de los ataques de Londres. Cualesquiera sean los motivos de los responsables de los ataques de julio, la tarea principal ahora es continuar con las investigaciones”. El ministro del Interior en las sombras, David Davis, dijo: “Sabemos que los británicos tratarán esto con el desprecio que merece y que continuarán mostrando la resistencia y el coraje que ha sido tan impresionante desde las atrocidades en Londres, cuatro semanas atrás”.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Laura Carpineta.