EL MUNDO › COMO ES MICHIAKI NAGATANI, CANDIDATO BOLIVIANO
“Algunos me llaman Fujimorito”
Por Pablo Stefanoni
Desde La Paz
Es hijo de japoneses, nació hace 45 años en la colonia San Juan de Yapacaní, en Santa Cruz de la Sierra, estudió Relaciones Internacionales y produce huevos. Es el candidato elegido por el partido del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, derrocado en la “guerra del gas” de octubre del 2003, para conseguir un milagro político: sobrevivir en las elecciones de diciembre.
En medio de la crisis más profunda de su historia, el otrora “glorioso” Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) –que por momentos se confundió con la propia historia nacional– proclamó al “japonés” Michiaki Nagatani como candidato a la presidencia de la república. De esta forma, los “rosados” sorprendieron con un independiente, hijo de japoneses, en una elección que dejó claro que el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (Goni) –autoexiliado en Washington después de su cruenta salida del poder en octubre del 2003– sigue manejando a control remoto el MNR. “Quizá los gonistas no sean mayoritarios, pero ahí está la billetera en torno a la cual se mueve el MNR”, dijo a Página/12 una fuente que mantuvo reserva. Y el propio Goni habría dicho que Nagatani contará con la “chequera del MNR”, dejando claro a los delegados movimientistas que viajaron hace poco a Washington que el candidato elegido por el “jefe” era “el japonés”.
La convención del fin de semana mostró que el partido dirigente de la Revolución Nacional de 1952 –que estableció el voto universal, la nacionalización de las minas y la reforma agraria– hoy está a la deriva y padece una fuerte crisis de identidad: en medio de la elección del candidato presidencial, “gonistas” y renovadores se enfrentaron a golpes y patadas, con un saldo de varios contusos. “La influencia del ex presidente se va a acabar cuando saquemos el 3 por ciento de los votos con un candidato sacado de la galera”, graficó la diputada María Teresa Paz. Sólo una constatación más de que la caída de Sánchez de Lozada –artífice de las reformas económicas neoliberales de los ’90–, con más de 60 muertos sobre sus espaldas, amenaza con arrojar a esta sigla histórica a un lugar testimonial en las elecciones del 4 de diciembre próximo. Para muchos, los objetivos del ex mandatario se limitan a obstaculizar el juicio de responsabilidades en su contra, que incluye la acusación de genocidio.
“Algunos ya me llaman Fujimorito”, reconoció, con cierta ingenuidad, el flamante candidato, que saltó a la política en las pasadas elecciones municipales, en las que obtuvo un 4 por ciento como candidato a alcalde de Santa Cruz de la Sierra. Casualmente, este año se cumplen las bodas de oro de la colonia japonesa, impulsada por el gobierno del líder histórico del MNR, Víctor Paz Estenssoro, y actualmente dedicada a la producción de huevos y al cultivo de arroz y soja.
“En el área social estoy más a la izquierda; en el área económica, más a la derecha; es una combinación de populismo y neoliberalismo. Muchos le echan la culpa de todo al neoliberalismo, lo que hay que hacer es aprovechar lo bueno y dejar lo malo, como pasa hoy con los chinos”, ensaya a modo de definición el “samurai cruceño”, cuya oposición a los bloqueos deja entrever una veta autoritaria.