Los Pinochet contraatacan. No sólo se declaran inocentes de los cargos, sino que también apelan a la prescripción de los mismos para desembarazarse de procesamientos por evasión tributaria y uso de pasaportes falsos en el marco del “caso Riggs”. En efecto, tanto los hijos como la esposa del ex dictador chileno Augusto Pinochet impugnaron ayer los encausamientos dictados hace cuatro días por el juez Carlos Cerda, mientras que la mayor de los hermanos, Inés Lucía, que había sido retenida en Washington luego de huir a Estados Unidos vía Argentina, retiró su pedido de asilo político y viajaba a Buenos Aires ayer por la noche.

La ex primera dama durante la dictadura Lucía Hiriart fue la primera en actuar y presentó a través de su abogado, Pablo Rodríguez, una apelación al encausamiento por evasión fiscal y uso de pasaportes falsos que dictó Cerda el lunes pasado. Su hijo Augusto, procesado sólo por la utilización de documentos falsos, apeló también su procesamiento, alegando que los hechos que se le imputan “están prescriptos”, puesto que ocurrieron hace 28 años. Marco Antonio Pinochet, por su parte, tenía previsto presentar hoy un recurso similar para dejar sin efecto la resolución del juez Cerda, quien procesó también por evasión a su esposa, María Soledad Olave. “Es inocente de todos y cada uno de los cargos que se le imputan. Ella no ha cometido ningún delito y eso es lo que vamos a tratar de probar”, dijo el abogado de Olave, José Ramón Correa, que no se quedó atrás y aprovechó la ola de apelaciones para impugnar su encausamiento a través de un recurso de amparo (hábeas corpus).

Pero mientras los Pinochet intentaban dejar sin efecto sus procesamientos, la mayor de los hermanos, Inés Lucía –que también fue procesada por evasión y uso de documentos falsos–, abandonó ayer por la noche Estados Unidos con destino a Buenos Aires, informó el vocero del gobierno chileno Osvaldo Puccio. “Tenemos información de que la señora Pinochet se embarcaría hoy en la noche (por ayer) con destino a Buenos Aires”, dijo Puccio en el palacio presidencial de La Moneda. A diferencia del resto de sus hermanos, Inés Lucía Pinochet no se presentó ante el juez Cerda y un día antes de ser procesada huyó por tierra hasta Argentina, desde donde luego viajó a Washington. Tras permanecer casi 12 horas retenida en el aeropuerto internacional de la capital estadounidense, pidió asilo alegando una persecución política. Lo cierto es que si la hija mayor del ex dictador huyó de Chile para evitar ir a prisión, la jugada no le salió nada bien, ya que el jueves fue trasladada esposada a la cárcel de Arlington, Virginia. Allí, pasó la noche en una celda de tres metros por dos con una cama empotrada y un lavamanos. Por la mañana de ayer, fue trasladada a declarar ante la Corte Federal de la ciudad de Alexandria exponiendo las razones que la llevaron a pedir asilo político, al cual sorpresivamente renunció.

De acuerdo con la prensa, la hija mayor del ex dictador se embarcaría en un avión que partía de Washington a Buenos Aires a las 23.30 hora chilena de ayer. Sin embargo, otras versiones indicaron que el proceso se podría demorar hasta 24 horas y que todo dependía de la agilidad con que tramitara el caso la Agencia de Inmigración estadounidense. Según señaló el diario El Mercurio en su versión online, dado que la orden internacional que pesa sobre la hija de Pinochet es solamente de búsqueda y no de captura, si regresa a Argentina se le prohibirá su ingreso y tendrá que trasladarse directamente a Chile, donde sería detenida. La indecisión caracteriza a la hija mayor de Pinochet, que no termina de decidir qué quiere hacer, si presentarse ante la Justicia o huir de ella.