El hotel Sheraton de DF tiene un dios aparte. Después de dos días de idas y vueltas legales, y de casi un mes de protestas contra la decisión de la empresa estadounidense de expulsar una delegación de empresarios cubanos por orden del gobierno de Estados Unidos, el establecimiento parece haber esquivado la clausura. El martes a la noche, el gobierno municipal había resuelto cerrar el hotel temporariamente por registrar unas 15 faltas administrativas, entre ellas que no contaban con un menú en Braille. No obstante, y a pesar de que ayer se pusieron los sellos de clausura, el Sheraton continuaba funcionando normalmente.

Desde el gobierno nacional y el sector empresarial cuestionaron la medida como apresurada y “exagerada”. Sorpresivamente, horas después las autoridades locales anunciaron que se levantaba la medida por 72 horas, ya que se estaban “subsanando” las irregularidades del hotel. “Hemos subsanado ya con ellos todas estas irregularidades y a partir de este levantamiento provisional de 72 horas estamos prácticamente pensando que se subsanen las irregularidades que el hotel ha presentado”, explicó en rueda de prensa la delegada municipal, Virginia Jaramillo. Entre los problemas urgentes resueltos en las últimas 24 horas, la delegada citó la recarga de extinguidores, el señalamiento de salidas de emergencia y la contratación de un vigilante para la piscina. Además, explicó que el Sheraton ya pagó la multa de más de 15.000 dólares que se le había impuesto y elaboró un menú en Braille para los huéspedes no videntes.

El gobierno nacional, que en su momento fue acusado por Cuba y por la oposición local de tener una respuesta tibia ante lo que consideraban una violación a la soberanía mexicana, había tildado la clausura de excesiva y a los argumentos, de “pretextos absurdos”.