La política entra al Carnaval. La escuela de samba Unidos de Vila Isabel, que recibió un generoso financiamiento del ente petrolero estatal de Venezuela, Pdvsa y trató temas ligados a la unión latinoamericana, se coronó ayer campeona del Carnaval de Río de Janeiro. El anuncio se efectuó ayer en el Sambódromo entre los gritos de alegría y cánticos de los seguidores del grupo carnavalesco, al igual que de las otras trece comparsas que disputaron el título de campeona del Grupo Especial de las escuelas de samba. Unidos de Vila Isabel, cuyo único título de campeona era el de 1988, terminó empatada en 397,6 puntos con la comparsa Grande Río, pero se alzó con el máximo galardón al registrar mejor tema musical.

Tras la consagración, el presidente de la escuela de samba campeona, Wilson Alves de Vieira, agradeció el aporte económico de Pdvsa, que fue de aproximadamente 1,5 millón de dólares. Vila Isabel desfiló el domingo, en la primera de las dos jornadas del certamen realizado en el Sambódromo de Río de Janeiro, con capacidad para 60.000 personas. La escuela, con 3700 integrantes, compitió con el tema “Soy Loco por ti América: la Vila canta a la latinidad”, que pasó revista a los pueblos y culturas de América latina, exponiendo enormes carros alegóricos, cuerpos coreográficos disfrazados y bailarinas. Las canciones y mensajes eran en “portuñol”, parte en español y parte en portugués.

El carro más impresionante era el que llevaba una estatua de unos 14 metros de altura del héroe sudamericano Simón Bolívar, inspirador de Chávez, que cerró el desfile de la comparsa. Entre los carros también se encontraban imágenes del Che Guevara, de indígenas incas y aztecas e incluso mineros latinoamericanos. Otros aludían a la opresión de los colonizadores y la esclavitud a la que fueron sometidos negros e indígenas. Finalmente, uno de los cuerpos coreográficos hacía referencia a la redención y aspiración de integración regional, portando las banderas de varios países, entre ellas de Argentina, Brasil, Cuba y Venezuela.

El domingo por la noche, debido al gran aporte económico realizado por el gobierno venezolano, se estuvo esperando a Chávez hasta la madrugada. Nadie perdía la esperanza de que el mandatario apareciera para bailar con “su” comparsa. “No podemos descartar su llegada a Río de Janeiro, pero tampoco tenemos garantía de que vendrá”, habían dicho los directores del grupo. Pero Chávez no se presentó. Sin embargo, la publicidad de Pdvsa en el Carnaval fue muy importante, e incluso la empresa petrolera contaba con un palco privado adornado con los colores rojo, amarillo y azul –de la bandera venezolana–, desde donde sí presenció el Carnaval el embajador en Brasilia, Julio García Montoya. “Pdvsa está en el Carnaval. Venezuela está en Brasil. El petróleo es del pueblo”, decía un aviso publicitario. Fue una inversión importante de Venezuela, cuya operación de penetración cultural está ligada a la preocupación de Chávez por ganar popularidad en Brasil y así ganar mayor simpatía para el proyecto del gasoducto que unirá Venezuela con Brasil y Argentina. América latina bailó al ritmo del Carnaval, y ahora disfruta unida con esta coronación.