EL MUNDO
Más cerca de reconquistar
Los 31 muertos en atentados terroristas durante la semana están empujando a Israel a medidas más drásticas, de las que ya no se excluye
la reocupación por tiempo indefinido de ciudades palestinas en Cisjordania.
Hasta ahora son sólo palabras, pero pueden convertirse en realidad si hay un nuevo atentado terrorista. Israel evocó claramente ayer la posibilidad de administrar por un largo período de tiempo los territorios autónomos palestinos de Cisjordania que ha reocupado su ejército desde el miércoles, tras una serie de sangrientos ataques suicidas. “Si el resultado de las operaciones en curso es una presencia a largo plazo del ejército en el terreno y si hay que responder (a las necesidades) de la población civil, deberemos estudiarlas y hallar una respuesta”, declaró Amos Yaron, director del ministerio israelí de Defensa.
El gabinete de seguridad israelí, reunido el viernes bajo la presidencia del primer ministro Ariel Sharon, decidió volver a tomar el control de todas las ciudades de Cisjordania “el tiempo que sea necesario”, es decir el tiempo de poner fin a los ataques, según fuentes políticas. “Pienso que en algunos días controlaremos toda Cisjordania y estaremos por mucho tiempo”, afirmó a la prensa un responsable israelí antes de la reunión. El ejército israelí controlaba ayer, total o parcialmente, las ciudades de Belén (sur de Cisjordania), Jenín, Kalkiliya, Nablus, Tulkarem (norte) y una parte del conglomerado de Ramalá (centro). El ejército hebreo no ingresó en Hebrón (sur) y Jericó (este).
El presidente norteamericano George W. Bush reconoció el viernes a Israel “el derecho a defenderse” de los ataques “atroces”. El martes y miércoles, dos atentados cometidos en Jerusalén dejaron respectivamente 19 y siete muertos, mientras que el jueves era atacada la colonia judía de Itamar, cerca de Naplusa (norte de Cisjordania), donde murieron cinco israelíes, entre ellos una mujer y tres de sus hijos. El miércoles mismo, el ejército hebreo lanzó una amplia operación en Cisjordania, denominada “Vía firme” para la que miles de reservistas han sido convocados. Pero hasta el momento, los desacuerdos dentro del gabinete de unidad nacional parecían imponer un freno a la reocupación total. El principal objetor parece ser el ministro de Defensa y líder laborista Benjamin ben Eliezer, que es al mismo tiempo el principal defensor de la muralla de separación física que Israel ha empezado a construir a lo largo de la sinuosa “línea verde”, la frontera previa a la guerra de 1967. Con esta muralla Israel aspira a detener el paso de los terroristas kamikazes que se hacen estallar en las ciudades. La valla es criticada por la extrema derecha israelí, que sostiene que implica crear un Estado palestino de facto y librar a su suerte a los asentamientos judíos en Cisjordania. El primer ministro Ariel Sharon mantiene un cuidadoso centrismo entre ambas posiciones.
La Unión Europea, cuya cumbre se acaba de reunir en Sevilla (España), llamó a su vez a la realización de una conferencia internacional “a breve plazo” sobre Medio Oriente. “El proceso de paz y la estabilidad de la región no pueden ser tomados de rehenes por el terrorismo”, afirmó la UE, preconizando “una solución por la negociación”, que culmine en “dos Estados, que existan uno al lado del otro y al interior de fronteras seguras y reconocidas”. En este contexto, Estados Unidos criticó veladamente el viernes, en un comunicado, el envío, la semana próxima, de una comisión de la ONU para investigar sobre el trato de los israelíes a los palestinos en los territorios ocupados, y se preguntó sobre su utilidad. De todas maneras Washington pidió una investigación sobre las “trágicas” muertes de civiles palestinos, en particular de niños, y llamó a dos bandos “a medir las consecuencias” de sus actos. El ministro de Defensa Ben Eliezer expresó que “lamentaba” la muerte de cuatro palestinos, entre ellos tres niños, muertos el viernes en Jenín, en Cisjordania, por disparos de tanques israelíes, al tiempo que anunciaba una investigación. Diez palestinos, entre ellos cinco niños de seis a 13 años, murieron el viernes en Cisjordania y en la Franja de Gaza en diferentes incidentes armados. Y ayer, tres adolescentes palestinos fueron heridos por soldados israelíes que les dispararon con balas plásticas cerca de Belén, donde se levantó por tres horas el toque de queda. EnBetunia, en los alrededores de Ramalá, Mohamed Lofti (Abu Lofti), un cuadro local del Fatah, el movimiento del presidente Yasser Arafat, fue secuestrado por militares israelíes que lo liberaron seis horas más tarde, informaron fuentes palestinas. El ejército israelí incursionó en Beir Zeit, al norte de Ramalá, y, además, apresó a seis palestinos, cuatro de ellos cerca de Naplusa, que tenían en su poder explosivos.