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Por Ferrán Sales
Desde Jerusalén

La policía de Israel clausuró ayer las oficinas y el rectorado de la Universidad Al Quds, en Jerusalén Oriental, bloqueando de esta manera la vida académica del centro universitario palestino más importante de la ciudad, en cuyas aulas se concentran 4200 estudiantes, que estos días se disponían a presentarse a los exámenes de fin de curso. La clausura fue decidida por el ministro del Interior, Uzi Landau, por considerar que el centro se había convertido en un foco de agitación política en favor de la Autoridad Palestina.
Un portavoz de Landau afirmó que la Universidad quedaba cerrada por tiempo indefinido, y solo será reabierta si los responsables del centro rompen sus lazos con la autoridad palestina. La orden de cierre afecta también a las oficinas del rector, Sari Nusseibeh, de 52 años, licenciado en Ciencias Políticas, considerado uno de los líderes del movimiento pacifista palestino, que hace pocas semanas promovió una carta de intelectuales y políticos pidiendo a los movimientos fundamentalistas radicales de Yihad Islámica y de Hamas, el fin de los ataques suicidas contra Israel.
Paradójicamente, el cierre se produce en momentos de aparente distensión política, después de que el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Shimon Peres, se reuniera con el nuevo ministro de finanzas palestino, Salam Fayed, y acordara con este entregar a la Autoridad Palestina un 10 por ciento de los impuestos, bloqueados desde el principio de la Intifada; unos 42 millones de dólares. En medio de este conflicto político, Jerusalén Este se convertía el martes en escenario de una verdadera caza al hombre, protagonizada por las fuerzas de seguridad israelí que persiguieron a un vecino de Hebrón, después de que éste disparara e hiriera a un soldado y matara a un palestino que casualmente pasaba por la zona. El autor de los disparos pudo ser detenido, después de haber mantenido bajo toque de queda durante unas horas la zona.