Martes, 9 de enero de 2007 | Hoy
El mandatario socialista exhortó a Mariano Rajoy a mantener el diálogo, y éste le pidió la vuelta al Pacto Antiterrorista firmado en el año 2000. Un sondeo señala que un 55 por ciento de los españoles apoyaría un retorno al proceso de paz con ETA.
Por Oscar Guisoni
Desde Madrid
José Luis Rodríguez Zapatero convocó ayer con carácter de urgencia al jefe del opositor Partido Popular, Mariano Rajoy, para tratar de sumar a la derecha a un nuevo consenso político para acabar con el terrorismo etarra. En la reunión, que duró una hora y cuarto, Zapatero le pidió al PP que mantuviera abierto el diálogo con el gobierno, a la vez que le aseguró que no existe ningún tipo de negociación en curso con ETA luego del atentado cometido por los independentistas vascos en el aeropuerto de Barajas el 30 de diciembre.
Pero Rajoy abandonó la reunión con cara de pocos amigos y sin mostrar mucha disposición a tenderle una mano al primer ministro español. “No me he ido con una idea clara de qué es lo que pasó ni de lo que quiere hacer el presidente del gobierno”, manifestó a su salida, congelando las expectativas del PSOE, que intenta con desesperación que el Partido Popular no siga aprovechándose del atentado para desgastar al oficialismo, algo insólito en la historia política de los últimos tiempos.
Mientras el líder opositor se mantiene en sus trece y les pide a los socialistas que vuelvan al Pacto Antiterrorista firmado en el año 2000, la vicepresidenta del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, les advirtió a los populares que “si Rajoy rechaza el diálogo va a ser en desmedro de los intereses generales, del fin de la violencia”.
Zapatero está convencido de que el viejo Pacto Antiterrorista es anticuado, ya que fue forjado entre los dos partidos mayoritarios cuando ETA rompió la tregua en 1999 y no incluye a los partidos nacionalistas del País Vasco, sin los cuales el PSOE cree imposible avanzar en la lucha contra la violencia separatista. Rajoy también pretende que Rodríguez Zapatero baje al Congreso a dar explicaciones de lo ocurrido, algo que los socialistas consideran inadecuado, ya que ningún primer ministro de la democracia se ha visto obligado a bajar al recinto para explicar un ataque terrorista. Zapatero tiene planificado concurrir al Parlamento dentro de dos semanas para delinear su futura política antiterrorista.
Sin embargo, la reunión entre el jefe del gobierno y la oposición no fue la única noticia que sacudió la agenda política ayer en Madrid. Sorprendiendo una vez más a propios y extraños, Arnaldo Otegi, líder de Herri Batasuna, brazo político de ETA, convocó una curiosa conferencia de prensa en la que pidió públicamente a ETA que mantenga el alto el fuego declarado en marzo y roto en el ataque al aeropuerto. Otegi está desesperado ante la posibilidad más que probable de que los partidos políticos cierren filas a la hora de prohibirle a Herri Batasuna presentarse en las próximas elecciones.
Según diversas fuentes que conocen bien el mundo de la izquierda vasca, existe un clima de fuerte enfrentamiento entre dos facciones en el interior del movimiento independentista que puede derivar en una escisión como la ocurrida en el año 2000, que terminó con la formación de Aralar, una agrupación que en la actualidad condena abiertamente el uso de la violencia para lograr cualquier objetivo político. Un sector cree que es Batasuna la que debe fijar la agenda a ETA, mientras el otro espera que la banda emita un comunicado explicando en los próximos días por qué rompió el alto el fuego de un modo tan sorpresivo.
La vicepresidenta del gobierno le respondió a Otegi con su habitual contundencia. Fernández de la Vega, que se ha transformado en la dirigente política más valorada por los españoles, le advirtió a Batasuna que “tiene un largo camino por recorrer y lo único que espera la sociedad española es que lo recorra”, en referencia al reclamo que le hacen los socialistas a la izquierda vasca para que condene la violencia como requisito para inscribirse legalmente como partido político.
Mientras tanto, el ataque al aeropuerto de Madrid le ha costado al Partido Socialista una notable pérdida de apoyo electoral. Un sondeo publicado ayer por el diario El Mundo realizado entre el 2 y el 4 de enero afirma que el PP ganaría hoy las elecciones por medio punto, ya que cuentan con un 40,7 por ciento de intención de voto, frente al 40,2 del PSOE. La mala imagen de Zapatero que en diciembre, antes del ataque, era del 25,3 por ciento, sube al 33,7, aunque continúa siendo mejor valorado por los electores que el líder opositor. El diario ABC también publica un sondeo en el que ambos partidos llegan a un empate técnico, aunque la victoria continúa sonriendo al PSOE, que obtiene el 41,1 por ciento de los votos, frente al 40,4 del PP. En su anterior medición, hecha en diciembre, ABC les otorgaba a los socialistas 0,7 punto más de ventaja. La radio Cadena Ser también continúa dando ganador al Partido Socialista, en su habitual “pulsómetro” de los lunes, aunque por una distancia bastante menor que la que separaba a ambos partidos antes del atentado: el PSOE conseguiría el 42 por ciento de los votos, dos puntos menos que hace quince días, mientras que los populares llegarían al 40 por ciento, dos puntos porcentuales más que en diciembre. El dato curioso que aporta la radio del grupo Prisa es que el 55 por ciento de los españoles daría su apoyo al gobierno si éste volviera a intentar acabar con la violencia retornando al proceso de paz con ETA.
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