A partir de la pérdida de maniobra luego de la desastrosa semana durante la cual –por errores de su campo y éxitos del adversario– la candidata socialista a la elección presidencial tropezó con las primeras cifras negativas de los sondeos de opinión, Ségolène Royal planteó ayer un perfil más agresivo de su campaña al tiempo que mantuvo un encuentro con los embajadores de los países latinoamericanos en Francia. Blanco de críticas y de burlas acerbas provenientes de las filas socialistas motivadas por el ritmo y el estilo poco común con que lleva a cabo su campaña, Royal anunció que, lejos de rendirse a la elocuencia burlona, imprimiría un nuevo ritmo sin por ello cambiar de método.

La candidata socialista reveló que hasta mediados de febrero habría unos 5000 “debates participativos suplementarios”, es decir, reuniones con intercambios de testimonio y reflexiones comunes con los electores. Después de esa fecha se realizará una síntesis y hacia mediados de febrero se presentará su programa presidencial. Royal prometió para ese entonces una nueva etapa en la que derecha e izquierda se medirán “proyecto contra proyecto, idea contra idea”. Al inaugurar ayer el local que utilizará para su campaña, Ségolène exclamó: “Combatamos. Yo marco el inicio de esa batalla”. Signo de esa reconciliación entre Royal y los dirigentes del PS, la ceremonia de inauguración tuvo lugar en una carpa instalada en la sede del Partido Socialista, Rue Solferino. Ségolène Royal estaba junto a su compañero y primer secretario del PS, François Hollande, y del techo de la carpa pendían rosas rojas con la flor hacia abajo.

Antes de la ceremonia, Royal se reunió con los representantes diplomáticos de América latina presentes en París. Según indicó Jack Lang, ex ministro de Cultura socialista y hoy consejero especial de la candidata, Royal prometió incrementar el apoyo a América latina si gana las elecciones de abril y mayo próximos. Lang aclaró que la mujer se “comprometió a reequilibrar las relaciones con América, otorgando una importancia idéntica a Latinoamérica y a América del Norte”. Royal también manifestó su apoyo al reclamo de varios países latinoamericanos de obtener el derecho a ser miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. La representante socialista defendió los procesos de integración regional en curso y luego dijo: “Si queremos construir un mundo más justo, necesitamos una América latina fuerte y unida”. Jack Lang también resumió que la candidata había puesto de relieve los “terrenos fértiles de la innovación” en América latina –lucha contra la globalización, paridad entre hombre y mujeres, conquista del poder por corrientes de izquierda– y su deseo de “aprender mucho de América latina”. Por último, la candidata reveló una de sus fuentes de inspiración. Según dijo, su “campaña le fue inspirada por Michelle Bachelet”. Antes de que fuera electa presidenta de Chile, Royal visitó a Bachelet en su país.