Sábado, 9 de junio de 2007 | Hoy
El presidente colombiano prosiguió con su campaña internacional para cosechar adhesiones a su plan de liberar a más de 150 guerrilleros de las FARC con la esperanza de rescatar a los rehenes.
El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, llamó el jueves desde Washington al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, para explicarle su intención de indultar a más de un centenar de miembros de las FARC. Durante la conversación telefónica, Bush reiteró su preocupación por la situación de los estadounidenses capturados por las FARC, indicó el portavoz de la Casa Blanca, Gordon Johndroe.
Ambos políticos hablaron sobre la iniciativa de Colombia de liberar prisioneros con el fin de “crear un incentivo en las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para liberar a los rehenes que mantiene cautivos, entre los cuales figuran la ex candidata presidencial franco-colombiana Ingrid Betancourt, cautiva desde febrero de 2002, y tres estadounidenses”, afirmó Johndroe. Los tres estadounidenses son Keith Stansell, Thomas Howes y Marc Gonsalves, que cayeron en poder de las FARC en la selva del Caquetá, a 350 kilómetros al sudoeste de Bogotá, el 13 de febrero de 2003, tras sufrir una avería en la avioneta en la que viajaban. Los estadounidenses trabajaban para California Microwave Systems, una empresa contratada por el Departamento de Defensa de Estados Unidos para recoger datos sobre cultivos de droga. Uribe excarceló el martes a más de 150 guerrilleros debido a presiones internacionales, en particular de Francia, que quiere acelerar un canje por 56 rehenes de las FARC. Los dos presidentes reiteraron su pedido para que todos los rehenes detenidos por las FARC fueran liberados.
Uribe hizo la llamada desde Washington, ciudad a la que viajó para promover la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC) de Estados Unidos con Colombia por parte del Congreso. Bush se encontraba en la localidad alemana de Heiligendamm, donde había participado en la cumbre de los siete países más industrializados y Rusia (G8), que terminó ayer. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, expresó el miércoles el deseo de que la cumbre del G-8 rindiera homenaje al “gesto humanitario del presidente colombiano, Alvaro Uribe”.
La guerrilla colombiana del ELN aseguró ayer que la puesta en libertad de Rodrigo Granda se corresponde con un intento del presidente colombiano, Alvaro Uribe, de canjear a este guerrillero de las FARC por la secuestrada colombo-francesa Ingrid Betancourt. Uribe ha utilizado para ello la “intermediación del presidente francés, Nicolas Sarkozy”, sostuvo el Comando Central (Coce) del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en un comunicado divulgado ayer por Internet.
Granda, el más relevante rebelde de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) preso en el país, fue liberado el pasado lunes por orden del presidente colombiano, quien confirmó el mismo día que lo hizo por una solicitud de Sarkozy. El llamado “Canciller” de las FARC permanece desde entonces en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), que aceptó acogerlo temporalmente con la esperanza de que esa guerrilla y el Ejecutivo asuman la negociación de un acuerdo sobre rehenes.
Las FARC han supeditado la liberación de Betancourt y otros 55 rehenes, incluidos los estadounidenses, a la excarcelación de más de medio millar de presos, entre ellos dos extraditados a Washington, mediante la negociación de un acuerdo humanitario. Pero exigen para ello la retirada de tropas de Florida y Pradera, localidades del sudoeste del país, lo que Uribe no acepta. El presidente colombiano ha dicho que, si las negociaciones fracasan, intentará rescatar a los rehenes por la fuerza.
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