“El crecimiento económico del país no refleja necesariamente el crecimiento de la vida digna de todos sus habitantes. Si bien hay una reducción de los índices de la pobreza y de la indigencia, el mensaje que queremos transmitir es que todavía queda un largo camino por recorrer para que una inmensa muchedumbre de gente excluida y empobrecida pueda tener acceso a la vida digna”, afirmó en diálogo con Página/12 el obispo Fernando Bargalló, presidente de Cáritas, al anunciar la colecta anual de ese organismo eclesiástico que se realizará en todo el país mañana bajo el lema “Si juntos nos comprometemos, crecemos todos”.

“Si la colecta estuviera sólo reducida a recoger dinero, quedaría muy renga”, explicó Bargalló, acompañado por Gabriel Castelli, director nacional de la institución caritativa de la Iglesia. “Como Cáritas, queremos que la colecta de cada año sea la ocasión de un mensaje de la Iglesia a toda la sociedad. Por eso el mensaje de este año está en relación con la situación que estamos viviendo. Vemos en los últimos años un crecimiento, fundamentalmente económico, que nos alegra, que supone salir de la situación caótica y de crisis del 2001. Sin embargo, ese crecimiento ¿es de todos y para todos? Creemos que no y queremos para todos una vida digna. Entendiendo por vida digna el acceso a la educación, a la salud, al trabajo, a la posibilidad de emplear las propias potencialidades que hacen que una persona y una familia puedan ser protagonistas de su propio destino”, sostuvo el obispo de Merlo-Moreno.

Después de insistir en la importancia de la recuperación económica, el obispo advirtió sobre “el riesgo de quedarnos instalados en la complacencia de los grandes índices económicos” y señaló que “para que crezcamos todos, tenemos que comprometernos todos. Porque si juntos nos comprometemos, crecemos todos y no sólo algunos”. Subrayó también Bargalló la gravedad que supone “la brecha” que se mantiene entre ricos y pobres y formuló una invitación “a que toda la sociedad argentina se comprometa, personal, profesional y ciudadanamente para lograr una mayor equidad”.

Según Castelli, “nosotros estamos plenamente convencidos de que la salida de la Argentina depende del compromiso de los ciudadanos, de los empresarios, de las organizaciones de la sociedad civil y del Estado. Todos, trabajando mancomunadamente, podemos hacer posible un país mejor. Si bien la responsabilidad primaria es del Estado, la verdad es que no podemos darnos el lujo de esperar a que el Estado mejore para solucionar el problema de la exclusión en la Argentina. Es una tarea que tenemos que hacer entre todos”. Por esta razón, el director nacional argumenta que “desde Cáritas nosotros sentimos que podemos promover acciones signo que demuestren que es posible trabajar articuladamente para generar la transformación genuina de la persona, teniendo como sujeto al excluido de hoy. Y confiamos en que muchos otros se sientan convocados a esta tarea”.

Para Bargalló, “la colecta anual es un llamado a la generosidad y la solidaridad que supera el ámbito de la comunidad cristiana católica y alcanza a todos los hombres de buena voluntad que reconocen en Cáritas un organismo de servicio, atención y promoción humana de nuestros hermanos más pobres”.

Sumado a su acción asistencial, Cáritas se encuentra abocada actualmente a tareas educativas, tanto en el apoyo a la educación formal a través de becas de estudio como de programas de alfabetización, pero de manera particular mediante proyectos destinados a promover la participación y el protagonismo ciudadano. “Todo lo que pasó en Misiones es el fruto de un trabajo de participación y conciencia ciudadana que desemboca en un éxito en la elección constituyente. En muchos otros lugares hay mucho camino por andar en este campo”, aseguró el obispo. Según dijo, Cáritas acaba de editar un manual “para la construcción de ciudadanía que será una herramienta interesante para trabajar en las comunidades de base, para percibir cuáles son los propios derechos y cuáles los deberes de participar más allá del acto eleccionario”. Es también, afirmó, “una manera de desandar prácticas instaladas en la conciencia del argentino y también del cristiano y que tienen que ver con el favoritismo, el clientelismo o la dádiva.”

El lema de la colecta apunta también en este sentido, según lo señala Castelli. “Hace 10 o 15 años hablar de ciudadanía en Cáritas era casi impensable. Lo mismo hablar del derecho a la tierra o microemprendimientos. Hoy estos temas están en el lenguaje corriente. Esto sería impensado de no existir antes un proceso creciente de apertura de la mente y de entender lo que significa la caridad transformadora. Entramos en un camino de pequeñas realizaciones, a partir de una comprensión de lo que significa la acción caritativa de la Iglesia que, en lo teórico, es distinta a lo que era 10 o 15 años atrás, centrada entonces fundamentalmente en la asistencia”, señaló el obispo.