Sábado, 28 de julio de 2007 | Hoy
EL MUNDO › BAJO PRESION, EL JEFE DEL PENTAGONO SE LO ADMITIO A HILLARY CLINTON
Mientras el presidente Bush pide paciencia e insiste con que la guerra puede ser ganada, en un hecho inédito hasta la fecha, el jefe del Pentágono reconoció que trabaja activamente en un plan para retirarse de Irak. Fue en respuesta a un pedido de la senadora y precandidata presidencial demócrata Hillary Clinton.
Por David Usborne *
desde Nueva York
El Pentágono hizo su reconocimiento más explícito hasta la fecha al aclarar que está trabajando en planes para un eventual retiro de tropas estadounidenses en Irak como un asunto “prioritario”. Reaccionando a la presión de la senadora Hillary Clinton y tratando de descomprimir una pelea muy publicitada que ya lleva una semana entre la oficina de la senadora y el Pentágono, éste lo admitió a través de una carta conciliatoria escrita por el secretario de Defensa, Robert Gates, y entregada por correo al personal de Clinton en el Senado a principio de esta semana. Queda por verse si será suficiente para relajar las tensiones entre el Departamento y la principal candidata demócrata en la carrera hacia la presidencia.
“Tales planes se están llevando a cabo con mi participación, así como la de los altos funcionarios militares y civiles y nuestros comandantes en el terreno”, le dijo Gates a Clinton. Añadió que la detallada preparación para una reducción de la tropa “no sólo es apropiada, sino esencial”. El choque se remonta a una carta escrita por Clinton, que es miembro del Comité de los Servicios Armados del Senado, a Gates en mayo, pidiendo que el Pentágono le informe al Congreso sobre qué clase de preparativos se estaban haciendo para cualquier reducción de tropas en Irak o incluso una retirada total.
Salió a la luz a principios de este mes, cuando un segundo de Gates, el jefe de política del Pentágono, Eric Edelman, que había servido previamente como un asesor del vicepresidente Dick Cheney, envió una carta en respuesta sugiriendo que sólo por mencionar el tema Clinton estaba en peligro de reforzar la “propaganda del enemigo de que Estados Unidos abandonaría a sus aliados” en Irak. Para Clinton, la implicación de que de alguna manera ella había sido antipatriótica en su sugerencia puede haber sido un regalo político. Con la guerra en Irak como tema dominante en la carrera por las nominaciones del partido antes de las elecciones del año que viene, la ponía a los ojos de muchos demócratas como una heroína confrontando con un Pentágono reservado y una administración incapaz de admitir el fracaso de su estrategia de aumento de tropas lanzada este año.
Reaccionando a la carta de Edelman, Clinton emitió una declaración diciendo que estaba “escandalizada por la táctica trillada de impugnar nuevamente el patriotismo de cualquiera de nosotros que plantee temas serios”, sobre la guerra de Irak. Con el senador John Kerry, ella se había comprometido a introducir una legislación en el Congreso para forzar al Pentágono a informar al Congreso sobre las opciones de reducir el número de tropas. El mensaje ahora de Gates sugiere que eso no va a ser necesario. No obstante, no hace ninguna referencia a una retirada completa de tropas, sino más bien a la posibilidad de una reducción de tropas en etapas.
En la opinión de los planificadores militares, esto debería comenzar la próxima primavera, cuando la actual estrategia de Estados Unidos tiene previsto terminar y cuando la falta de nuevas tropas hará que sea difícil de mantener el actual nivel de 160.000 soldados. Tampoco la carta sugería un cambio en la política por parte de la administración Bush, que ha dicho que quiere esperar hasta septiembre para revisar la estrategia cuando espera un informe crucial de progreso de parte de los comandantes en el terreno, incluyendo su alto comandante, general David Petraeus. La mayoría de los analistas espera que el informe sea desalentador, tanto en cuanto al objetivo de asegurar la seguridad en el país como en el fracaso del gobierno para lograr parámetros para la reconciliación establecidos por Estados Unidos.
Tras prometer que consultará al Congreso sobre cualquier estrategia para la reducción de tropas en el futuro, Gates escribió: “Estaría encantado de trabajar con usted y con el Comité de los Servicios Armados del Senado para establecer un proceso para mantenerla informada sobre el pensamiento conceptual, los factores, las consideraciones, los temas y objetivos asociados con el plan de retirada”. También se refirió al jaleo causado por la misiva original de Edelman. “Lamento realmente que esta importante discusión se haya descarriado y también lamento cualquier malentendido sobre las intenciones”, escribió. Clinton puede no darse por satisfecha, sin embargo. Una declaración emitida por su oficina decía que ella estaba decepcionada porque el secretario Gates no haya repudiado el inaceptable ataque político del subsecretario Edelman.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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