EL MUNDO
Un bozal para Horst Koehler
Ya cualquiera opina en el tema de la guerra contra Irak, así que ¿por qué no Horst Koehler, que después de todo es director del FMI y –por lo tanto– una especie de Banquero Central del Mundo? El problema fue lo que dijo Koehler: que una guerra sería beneficiosa para la economía mundial. Los detractores del Fondo ya se frotaban las manos, pero las declaraciones de uno de los látigos mayores de la Argentina fueron menos sensacionales: lo que dijo Koehler es que “si es una acción militar de corto plazo y se limita a Irak, el efecto en términos económicos pienso que será menor, y puede haber incluso un efecto positivo porque habría una clarificación de la situación. Esta amenaza constante, esta situación poco clara, está haciendo que los inversores vacilen”. Pero en el caso de una guerra prolongada, esto crearía impredecibilidad, y éste sería el riesgo negativo”. De todos modos, estas palabras fueron tan imprudentes para que un vocero “aclarara” luego que el director del FMI prefería que no hubiera guerra. Al parecer, Paul O’Neill no es el único personaje de las altas finanzas que necesita un bozal.