El veterano líder de la extrema derecha francesa, Jean Marie Le Pen, se retirará de la política en enero próximo y no competirá en las elecciones para las presidenciales de 2012, según reveló él mismo ayer. “Me retiro sin remordimientos, sin lamentos y, por sobre todo, sin ningún arrepentimiento”, aseguró Le Pen, condenado en varias ocasiones por sus dichos despreciativos acerca del Holocausto. El anuncio –aunque largamente esperado– marca el fin de cuatro décadas de liderazgo al frente del xenófobo Frente Nacional. Caracterizado por sus tintes nacionalistas, antiinmigratorios y antieuropeos, Le Pen, de 81 años, logró posicionar a su partido como una importante fuerza política en el país galo. Su hija, Marine, de 51 años, es la favorita para sucederlo en la presidencia del partido de cara a la elección interna del FN, prevista para el 15 y 16 de enero de 2011. Sin embargo, su mirada más progresista en varios temas, incluyendo el aborto y los derechos de la mujer, la hacen impopular con las alas más conservadoras y católicas de la formación. Le Pen fundó su partido en 1972 y sorprendió al mundo cuando en las presidenciales de 2002 ganó el segundo puesto, dejando atrás al candidato socialista Lionel Jospin. Desde entonces, la organización política perdió electores y enfrentó serios problemas financieros, incluyendo la venta de su sede central en los suburbios de París.