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El horizonte de la situación colombiana se traducirá en el futuro inmediato en “un escalamiento de la confrontación más polarización, represión y limitación de las libertades individuales” según dijo Jaime Zuluaga, un analista político que dialogó con este diario a propósito de la ruptura actual entre los rebeldes de las FARC y el gobierno colombiano.
–¿Para qué sirven las acciones militares contra las FARC que realiza el Ejército en la zona de distensión del Caguán?
–Primero diría que se llegó a esta situación por culpa de los errores tanto de la guerrilla como del gobierno en la conducción del proceso de paz: las negociaciones en medio de la confrontación fueron un diseño inadecuado. Lo que está ocurriendo en este momento son bombardeos a las zonas que el gobierno tiene identificadas como campamentos de la guerrilla, pistas para el aterrizaje de aeronaves, y laboratorios de droga, y el comienzo de la ocupación militar de las Fuerzas Armadas.
–El Ejército tendría intención de ingresar a reprimir a las zonas selváticas, ¿tiene capacidad para hacerlo?
–Por el momento los bombardeos se limitan a las zonas identificadas. Pero hay una alta concentración de tropas, se habla de unos 5.000 hombres que estarían acercándose a la zona de la selva, pero lo que el ejército está haciendo es tomar posición de las cabeceras municipales de los cinco municipios y no creo que se aventure a adentrarse en las zonas rurales.
–¿La represión también contemplaría a los paramilitares?
–Nada parece indicar que se vaya a accionar contra ellos, esta es una acción típicamente contrainsurgente, orientada fundamentalmente contra las FARC.
–¿Qué buscó la guerrilla secuestrando al senador Jorge Eduardo Gechen?
–Es el resultado de una evolución muy negativa del conflicto, veníamos de un mes de intensificación de acciones militares y sabotaje de la infraestructura económica por parte de los rebeldes, y se estaba discutiendo la posibilidad de una tregua para el 7 de abril; todo esto se inscribe en la lógica del fortalecerse en la mesa de negociaciones y ha sido un error de cálculo de la guerrilla que no supo palpar las presiones a las que está sometido el gobierno por una opinión pública muy adversa y además las presiones internas de sectores que no adherían a la situación que se daba en el Caguán.
–¿Qué repercusión tendrá en los comicios presidenciales?
–Yo creo que empeora la situación del proceso electoral: en este momento hay 400 municipios donde la presencia guerrillera y paramilitar se convierte en un factor de alteración del proceso electoral; y en cuanto a las elecciones presidenciales, es todavía temprano aventurarse a decir de qué modo va a influir en la opinión pública, si va a favorecer la Alvaro Uribe que venía con el discurso de romper con el proceso, o si por el contrario, si la población comenzará a sentir los rigores de una guerra mucho más intensa y entonces piense en alternativas de paz.
–¿Qué piensa de la propuesta del candidato Uribe de que haya una fuerza multinacional contra el terrorismo?
–Es absolutamente inconducente: Colombia no necesita más presencia militar extranjera, para resolver sus problemas necesita respaldo político, con búsqueda hacia una salida política.
–¿Cómo ve que las FARC fueran los únicos que salieron en defensa de Hugo Chávez?
–Es la respuesta normal a un gobierno que ha mantenido una actitud de mucha solidaridad con el proceso de paz en Colombia, ha ofrecido su territorio para adelantar conversaciones y en todo momento estuvo dispuesto, a pesar de que tuvo presiones externas para que cambiara de posición.
–¿Las FARC intentarían lograr una guerra civil en Venezuela?
–No creo, me parece que en esto se especula mucho, y que la situación en Colombia ya es demasiado difícil para extender y generalizar la guerra.
–¿Cómo se abre el horizonte, hacia una guerra civil, una de baja intensidad?
–Esta es una guerra con profundas características regionales, que se va a intensificar en las próximas semanas. Habrá un escalamiento de la confrontación, y creo que eso va a cambiar mucho el panorama político del país hacia una mayor polarización, represión y desde luego una limitación del ejercicio de las libertades en el país.

Reportaje: Mercedes López San Miguel.