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Ayer, en un día caracterizado por los cruces de opiniones entre los representantes de la Iglesia y hombres del Gobierno, los obispos que participan del Diálogo Argentino mantuvieron una extensa reunión con el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, buscando la manera de implementar “un fondo de emergencia social” cuyos recursos podrían ser aportados, entre otras fuentes, por la eliminación de las jubilaciones de privilegio. Los obispos habían reclamado medidas sociales urgentes y atender al “bien común” a través de un documento en el que pidieron el recorte de gastos del Estado y el aporte de las empresas más beneficiadas. Remes, en cambio, relativizó la posibilidad de solicitar “aportes extraordinarios” a tales empresas. José Ignacio López, vocero del Diálogo, aseguró ayer que “el bien común se llama salario de inclusión social”.
La Mesa del Diálogo Argentino había descartado toda posibilidad de un “impuestazo” pero solicitó que se tomen medidas urgentes para obtener recursos en el país, sin supeditar todo a un eventual acuerdo con el FMI. El viceministro de Economía, Jorge Todesca, quien participó ayer en la reunión celebrada en Economía, adelantó el sábado que la contención de la emergencia social está condicionada a un acuerdo previo con el FMI que desbloquee fondos provenientes del exterior. “Es cierto que hubo empresas que ganaron mucho en el pasado, pero hay que ser francos: el dinero lo han reinvertido o lo han remesado” dijo el ministro de Economía en declaraciones a radio América de la capital. “Uno debe establecer pautas simples, reglas claras de funcionamiento y, en términos impositivos, tiene que haber un programa de mediano plazo, porque a mí no me gustan los parches”, agregó Remes.
El obispo Juan Carlos Maccarone insistió, por su parte “en que hay que hacer algo ya para ayudar a la gente que no come”. Hablando para radio La Red, el obispo de Santiago del Estero, denunció que “los intereses corporativos son muy fuertes y por eso el objetivo es salvar a la sociedad, no salvar a un gobierno o salvar a un sistema. Hay que salvar la convivencia porque si no, volvemos a la selva”, subrayó Maccarone. Su colega Artemio Staffolani, que también participa del Diálogo, pidió a todos los sectores que dejen de lado “mezquindades” y “quejas” para buscar “caminos para llegar a soluciones” para “estar a la altura de los que más sufren”.
Otro obispo, el emérito de Viedma, Miguel Hesayne, quien dirigió una dura carta a Eduardo Duhalde pidiéndole coherencia con su presentación pública como cristiano, admitió que “le dije a mis hermanos en el Episcopado que le estamos pidiendo peras al olmo, cuando reclamamos honestidad a los que no quieren convertirse a la honestidad, pidiendo justicia a los que no quieren convertirse a la justicia”.
Entre tanto, en el marco del Mesa del Diálogo se firmó ayer un acuerdo sectorial en materia de salud, a través del cual se establecieron siete medidas prioritarias para jerarquizar el sistema de salud y que cuenta con el apoyo del Gobierno. Del acto participó el ministro de Salud, Ginés González García, pero no así Duhalde que había comprometido su asistencia.