EL MUNDO › BRINDIS EN CUBA CON DISIDENTES
La fiesta inoportuna
En otra provocación estadounidense con la isla, el jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba, James Cason, festejó anteayer en su residencia el Día de la Independencia con 200 personas, entre ellos unos veinte disidentes cubanos y ningún funcionario de Cuba.
En un brindis, Cason, al recordar a los disidentes cubanos que cumplen altas penas de cárcel en diferentes centros penitenciarios del país, los llamó “los que han alumbrado las noches más oscuras para que algún día sus compatriotas puedan vivir en la luz de la libertad”.
Con igual retórica a la de Bush, Cason afirmó que “hay personas en este país que reconocen y promueven los valores universales de la tolerancia y el respeto hacia el individuo”, dijo el diplomático estadounidense, al terminar un pequeño desfile de cuatro infantes de marina. En el festejo del 4 de julio estuvieron opositores como Elizardo Sánchez Santa Cruz, Vladimiro Roca y Gustavo Arcos, con la ausencia de Oswaldo Payá, del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) y promotor de un referendo sobre cambios políticos en La Habana. Algunos asistentes compararon este festejo con la nutrida fiesta efectuada el pasado año, a la que también asistieron disidentes. Muchos de los 75 disidentes encarcelados estuvieron presentes en 2002, en la celebración organizada por la anterior diplomática Vicky Huddleston.