El presidente de Irán, Hassan Rohani, dejó en claro ante la Asamblea General de Naciones Unidas que su gobierno no quiere agravar las tensiones con Estados Unidos. “He escuchado cuidadosamente el discurso de Barack Obama. Podemos llegar a un marco que permita gestionar nuestras diferencias”, aseguró. “La igualdad, el respeto mutuo y de los derechos internacionales deben regir nuestras interacciones”, agregó el mandatario. Además, puso de manifiesto la relevancia de su país a nivel internacional al afirmar que Irán es el ancla de estabilidad en medio de un océano de inestabilidad.

Rohani defendió el plan nuclear de su país, aunque procuró mantener un tono conciliador. “Debe tener exclusivamente fines pacíficos”, enfatizó, diferenciándose de su antecesor, Mahmud Ahmadinejad, quien generó un cortocircuito con Occidente. “Las armas nucleares y las armas de destrucción masiva no tienen lugar en Irán porque contradicen nuestros postulados religiosos, morales y éticos”, sostuvo.

En cuanto a Siria, aliado de Irán, el mandatario afirmó que no hay soluciones violentas para las crisis en el mundo. “Sólo la sabiduría humana garantizará la paz y la seguridad”, indicó. En ese sentido, condenó el uso de armas químicas y dijo celebrar la aceptación de Siria de la convención para destruirlas. Sin embargo, advirtió a Occidente que cualquier acción militar contra el régimen de Bashar al Assad propagaría la violencia en la región.

Rohani condenó cualquier uso de armas químicas y dijo que su programa nuclear tiene fines pacíficos y propuso que la ONU considere un proyecto del mundo contra la violencia y el extremismo. Pero, al mismo tiempo, condenó el uso de drones y citó el asesinato de científicos iraníes. “Cuál ha sido su delito para ser asesinados con esta violencia estructural”, manifestó. “La intolerancia es un problema de nuestros tiempos y debemos atrevernos a trabajar juntos para combatir la violencia porque la gente está cansada de la guerra”, añadió.

Por otra parte, también ha denunciado la opresión bajo la que, en su opinión, vive sometida la población palestina. La delegación israelí ante la ONU, como solía ocurrir con Ahmadinejad, también se ha ausentado de la Asamblea General durante un discurso de Rohani. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, alertó ayer que, pese a los gestos de buena voluntad, Teherán sigue suponiendo una amenaza.