España afirmó ayer que una treintena de españoles combate a las órdenes del Estado Islámico (EI) y sitúa a la mayoría de éstos en el área de Raqqa, el bastión sirio del EI en la orilla norte del Eufrates. La mayor parte de estos islamistas españoles intentaron intervenir también en Líbano, pero fueron rechazados. Según la inteligencia española, fueron captados en Ceuta, pero los hay también procedentes de Melilla, Madrid, Barcelona, Bilbao, Murcia y San Sebastián. La estrecha colaboración de las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes contra el extremismo islámico condujo a la desarticulación de una estructura terrorista asentada en las localidades marroquíes de Castillejos, Tetuán y Fez. Esta operación provocó la detención de nueve marroquíes, algunos con fuertes vinculaciones con España. “Marruecos es para España, respecto del islamismo radical, tan importante como lo fue Francia para la lucha contra ETA”, sostuvo Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior. Los expertos no tienen fotos de ellos decapitando víctimas, como las de los jihadistas marroquíes, reclutados por las mismas redes, pero sí constataron que los islamistas españoles luchan en primera línea de la guerra civil de Siria e Irak.