Rubens Barbosa, ex embajador en Estados Unidos, es uno de los diplomáticos anotados en la carrera hacia el Ministerio de Exteriores si fuera electo Aécio Neves, cuya candidatura respaldó en una carta abierta. Según una nota publicada la semana en el diario Folha de S. Paulo., Barbosa es fuerte candidato a canciller. En artículos recientes Barbosa cuestionó el discurso de Dilma en la ONU desde una perspectiva similar a la planteada por Estados Unidos y denostó la política externa “ideológica y partidista” de los gobiernos petistas. Siguiendo la tesis de Fernando Henrique Cardoso, reivindicó un vínculo preferencial con la Casa Blanca y propuso una diplomacia “de resultados” y “pragmática”, expresiones que cita a menudo el candidato Neves. Luego de décadas en el Palacio Itamarty, Barbosa creó una consultoría para “facilitar” los negocios de inversores norteamericanos además de integrar el Consejo Empresarial Brasil-Estados Unidos. Durante sus años como embajador ante el gobierno de Bill Clinton, entabló una buena relación con la entonces secretaria de Estado, Madelaine Albright, quien actualmente dirige el Albright Stonebridge Group, dedicado a asesorar empresarios interesados en hacer negocios “globales”. Dentro del amplio rubro de actividades contemplados por la empresa de Albright figura el tráfico de influencias y lobby en favor de sus clientes, como el fondo buitre NML Capital.