EL MUNDO › JESUS PIÑACUE, LIDER INDIGENA AMENAZADO
“Mienten para asesinarme”
Jesús Piñacué es el segundo congresista favorito en las encuestas para los comicios parlamentarios que se celebran hoy en Colombia. Piñacué, congresista indígena independiente, dialogó con Página/12 horas antes de las definiciones de las urnas. El candidato ha sido declarado objetivo militar por la principal guerrilla colombiana, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que vienen amenazando boicotear el proceso electoral, rotos los diálogos de paz con el gobierno desde el 20 de febrero.
–¿Por qué las FARC anunciaron que usted y 11 alcaldes son su objetivo militar?
–Las FARC dicen que nosotros hemos orientado recursos del Estado para financiar grupos paramilitares. Mi respuesta es, primero, que los únicos que tienen margen de maniobra para orientar y ejecutar son los del Poder Ejecutivo. Yo soy un ciudadano que está en el Poder Legislativo; segundo, los legisladores tenemos un cupo llamado el indicativo con el que podemos orientar algunos recursos. Pero Piñacué, por combatir ese tipo de maniobras en las que el Ejecutivo compra al legislador a través de esas prebendas, jamás ha cobrado un solo peso. Así que lo que las FARC dicen es una mentira, con la que justifican la disculpa para poderme asesinar.
–¿No se trata también de una pugna con los indígenas por controlar alguna región?
–Esa es una motivación que la guerrilla tiene para sacarnos del camino, pero no son capaces de decir las razones claras. Evidentemente existe un conflicto por control territorial entre buena parte de las tribus y la guerrilla; ahora nosotros venimos agenciando las banderas de la resistencia civil, fuerzas del ciudadano con elementos civiles en contra de la guerra. Así que ni estamos con la fuerza pública ni estamos con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), ni con las FARC; somos actores de la vía nacional que creen que la guerra no crea fundamentos para el desarrollo de nuestro país, al contrario, el camino político es el único recurso que tenemos.
–¿Usted teme personalmente que atenten contra su vida?
–Acá todo el mundo anda amenazado. Es probable que terminen cobrando nuestro patrimonio que es la vida y la convicción patriótica. No ganan nada porque mi muerte no va a significar ni la desestabilización del régimen, ni la victoria de los que agencian la guerra con tanto ahínco.
–Según divulgaron los medios, usted goza del reconocimiento de la gente, enseguida detrás de Navarro Wolff.
–Hoy las encuestas dicen que Piñacué está en el segundo lugar de los aspirantes más votados y con mayor simpatía, y yo creo que el ciudadano debe tomar una decisión el 10 de marzo; hasta tanto no se vote, cualquier afirmación no deja de ser especulaciones.
–¿Qué se juega en estos comicios?
–Aquí se juega la ocasión de demostrar que el recurso político es el camino para derrotar a quienes creen que con la guerra podemos resolver nuestros problemas; además estamos enfrentando una clase política que está bastante debilitada por sus propias actitudes oscuras, criminales, lindando con la delincuencia. Nos jugamos, entonces, evitar la reelección de este tipo de políticos para que den lugar a una generación que tenga un concepto distinto de la política. Nos jugamos la fundamentación de un proyecto político independiente de los dos partidos históricos, capaces de rescatar el principio de lo social. Nos estamos jugando la construcción de un proyecto político distinto.
–¿Por qué tanta dispersión de candidatos y votos?
–Hay una regla de juego ya determinada por la clase política tradicional que acá se denomina “operación avispa”, o sea, que todo el mundo busca tratar de cautivar el mayor número de electores para poder ser elegido en mayor número. Mientras no se reforme la política, esteinstrumento es la regla de juego definida, por eso la dispersión se vuelve una desventaja; pero igualmente los independientes vamos conquistando nuevos espacios, tratando de legitimar una posibilidad de hacer política en términos más civilizados.
–¿Cuánta concurrencia prevé a las urnas?
–Pienso que va a haber una abstención muy determinante y numerosa. Aquí la gente le está apostando a la posibilidad de una guerra total, entonces prefiere abstenerse; y tiene una razón justificada que es la pérdida de credibilidad de la clase política.
–¿Cómo repercuten estas elecciones en la guerra?
–La guerra está derrotando las posibilidades de las elecciones, y buena parte de los políticos han encontrado en la guerra una disculpa para ocultar su deslegitimación. Así que los que aspiramos a ser elegidos somos los que consideramos que la solución va por carriles distintos a la maniobra militar. De hecho, en Colombia hace un mes estamos en guerra total, en el mismo estado de incertidumbre ante una fuerza pública que no se muestra capaz de dar respuesta militar.
–¿Entonces estos comicios son una prueba político-militar de las FARC?
–Sí, en el sentido en que la torpeza de la guerrilla hizo que se afiance el concepto de la guerra como recurso.
–¿Cree que Uribe va a conseguir base en el Congreso, siendo la figura favorita a las presidenciales?
–La prueba de fuego la tendrá que enfrentar en esta contienda electoral, Uribe está haciendo una campaña desesperada por obtener un mayor número de congresistas elegidos, pero yo no creo que le apueste mucha gente. La finalidad de las elecciones parlamentarias no obedece a la fortaleza de un candidato presidencial; de hecho gran parte de los independientes no hemos tomado posición por ninguno de los aspirantes.
–¿Cuánta relevancia tienen estas elecciones para las presidenciales?
–Pasadas estas elecciones, el Congreso podría tomar una posición más definida en la dirección de consolidar unas candidaturas presidenciales más fundadas en los programas; porque en estos momentos hay dos polos extremos definidos: los que están con la guerra y los que están con la política.
–¿Habrá una reforma política finalmente?
–Yo creo que va a haber una reforma política después de la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, que es el recurso que se ve más próximo.
–Los paramilitares ya dijeron que apoyaban a unos candidatos, ¿usted cree que obtengan legitimidad política?
–Hay buena parte de los parlamentarios aspirantes que tiene apoyo paramilitar, como también algunos que tienen simpatías de las guerrillas, así que los que estamos en condición de riesgo somos los que no tomamos parte de ninguna de las posiciones armadas, ni oficiales, ni insurgentes.