La Justicia francesa abrió una investigación contra Robert Ménard, alcalde de Béziers, ciudad gobernada por la extrema derecha, por realizar un presunto recuento de alumnos musulmanes a partir de sus nombres. En Francia, la ley prohíbe al gobierno hacer estadísticas sobre la etnia o la religión de la población. El lunes por la noche, Ménard –que además es fundador de Reporteros sin Fronteras–, electo alcalde en marzo de 2014, con el apoyo del ultraderechista Frente Nacional (FN), afirmó que había confeccionado estadísticas de la religión de los alumnos en las escuelas de su municipio. En la cadena de televisión France 2, el alcalde aseguró que un 64,6 por ciento de los alumnos de escuelas primarias y jardines de Béziers son de confesión musulmana.

“Son cifras de mi alcaldía. El alcalde tiene, clase por clase, los nombres de los niños. Sé que no tengo derecho a hacerlo, pero lo hice. Pero, perdón por decirlo, los nombres indican sus confesiones. Decir lo contrario sería negar la evidencia”, respondió el funcionario a un internauta que le preguntó por el origen del porcentaje. Sus comentarios provocaron la inmediata condena del gobierno socialista.

Desde Riad, Arabia Saudita, donde se encuentra en misión oficial, el presidente francés, François Hollande, dijo que esa acción es una práctica contraria a los valores de la República y aseguró que de confirmarse lo expuesto en el caso Ménard se tomarán sanciones. “Vergüenza de alcalde. La República no hace distinciones entre sus hijos” de Béziers, reaccionó el primer ministro, Manuel Valls, en Twitter. La ministra de Educación, Najat Vallud-Belkacem, solicitó una investigación judicial y afirmó que las declaraciones de Ménard eran profundamente antirrepublicanas. “Estoy escandalizado, asqueado por esas declaraciones. La ley prohíbe esos registros”, dijo el presidente del Observatorio Nacional contra la Islamofobia, Abdallah Zekri.