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“Les doy la bienvenida a la democracia.” Así saludó Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, a los guerrilleros de las FARC tras firmar el acuerdo final de paz negociado en La Habana, Cuba, durante cuatro años en un documento de 297 páginas que traza una ambiciosa ruta para transformar este país, que aún no conoce la paz.

“Lo que firmamos hoy es algo más que el acuerdo entre un gobierno y una guerrilla para terminar un conflicto armado”, dijo quien desde 2011 envió mensajes secretos al comandante de las FARC para invitarlo a sentarse a dialogar.

“Lo que firmamos hoy es una declaración del pueblo colombiano ante el mundo de que nos cansamos de la guerra, de que ¡no! aceptamos la violencia como medio para defender las ideas; de que decimos –fuerte y claro–: ¡no más guerra!”, sentenció Santos, aplaudido por sus homólogos de Argentina, Venezuela, Ecuador, Panamá, entre otros, y representantes de Cuba y Noriega, dos aliados sin los cuales no se hubiera logrado este pacto histórico, y que fueron garantes de los Diálogos de La Habana. Con atuendo blanco y vehemente esperanza, Santos manifestó: “¡No más a la guerra! que nos dejó cientos de miles de muertos, millones de víctimas y desplazados, y tantas heridas que tenemos que comenzar a sanar. ¡No más la intolerancia! que nos exige doblegar o excluir al otro por el solo hecho de pensar diferente. ¡No más la violencia! que sembró atraso, pobreza y desigualdad en campos y ciudades, y que ha sido un freno al desarrollo de Colombia. ¡Este es el clamor de Colombia!”.

En sintonía con el rechazo manifestado por el ex presidente Andrés Uribe al diálogo entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla, el ex procurador colombiano, Alejandro Ordóñez, anunció que votará no en el plebiscito del próximo domingo, que someterá a consulta popular el acuerdo de paz alcanzado con las FARC.

“Todos queremos la paz, pero luego de leer las 297 páginas del acuerdo he concluido que el Gobierno premió a los victimarios y sacrificó a las víctimas. Les entregó todo a cambio de nada”, señaló Ordóñez, quien se unió al ex presidente Uribe en una marcha por el no en Cartagena. Si en el plebiscito, finalmente gana la opción del no, el acuerdo que se celebró ayer en Cartagena de Indias puede naufragar.