EL MUNDO
Cómo es un Woodstock gaúcho
Por D. P.
Desde San Pablo
Una de las premisas de Porto Alegre es sentar banderas estéticas que subviertan las imposiciones del mercado. El recital de apertura se inscribirá en esa concepción rabiosamente ecléctica y con alguna reminiscencia de Woodstock, pero en el anfiteatro Puesta del Sol, en las pampas brasileñas.
En el recital de apertura, este miércoles se presentará como anfitriona la banda gaúcha Sombrero Luminoso, que lleva con hidalguía la mezcla de rock y ritmos locales. Y todo cantado en portuñol. También esa noche, y para simbolizar la transición del Foro de Mombay al de Porto Alegre, estará el jazz hindú de Amit Heri. Otros invitados, que no cobrarán cachet, son el grupo de rock teatral peruano La Sarita, la argentina Bersuit Vergarabat y un infaltable en todo palco rebelde, el franco-español Manu Chao.
El espacio de socialización por antonomasia será el campamento de la juventud en el Parque de la Harmonía. Allí convivirán más de 30.000 rebeldes globales en un régimen radicalmente alternativo, bajo las leyes de un “no orden” interno. Primer punto: quedará abolido el capitalismo y las transacciones tendrán como moneda el “txai”, expresión de la lengua indígena que significa “la mejor mitad de mí en ti”, idea que pretende contrarrestar el egoísmo del lucro.