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Un delegado del gobierno argentino aterrizó ayer en La Paz con la función de “estar en el territorio, conversar permanentemente con el embajador argentino e informar en todo momento al canciller”, según informó el canciller Rafael Bielsa. Aunque la Casa Rosada no difundió el nombre del emisario, Página/12 pudo conocer su identidad: se trata de Isaac “Yuyo” Rudnik, asesor de la Subsecretaría de Política Latinoamericana de la Cancillería y con fluidos contactos con el dirigente del MAS, Evo Morales. Rudnik militó en los ’70 y fue preso político durante la dictadura: de aquella experiencia le quedó una cojera crónica. Integrante de Barrios de Pie, Rudnik trabajará en el terreno junto con un hombre de estrecha confianza del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, el asesor en temas internacionales del PT, Marco Aurelio García. “Estamos tratando de trabajar conjuntamente en la medida que el país hermano nos lo solicite”, explicó Bielsa. La preocupación que existe en el Gobierno por lo que sucede en Bolivia se reflejó en una entrevista radial que concedió ayer el propio Néstor Kirchner. “Bolivia tiene un muy buen presidente, que es Mesa. Me preocupa porque es un país hermano, un país que nosotros quisiéramos con un orden institucional, con una democracia consolidada, explotando su riqueza, creciendo, ayudándolos. Dios quiera que los bolivianos encuentren la unidad nacional y encuentren la gobernabilidad plena que necesitan”, afirmó Kirchner.