Durante la campaña Evo Morales prometió la nacionalización de los hidrocarburos. Su holgado triunfo electoral, por ende, no dejó indiferentes a las compañías petroleras que operan en Bolivia. Pese a que el presidente de Repsol-YPF, Antonio Brufau, se comunicó con Morales para enviarle su felicitación, no pudo evitar que las acciones de su compañía cayeran el 1,43 por ciento en la Bolsa de Madrid. No obstante, Brufau aseguró que Repsol seguirá en Bolivia como hasta ahora. En tanto, la compañía petrolera estatal de Brasil, Petrobras, anunció que mantendrá congelados los proyectos de inversión en Bolivia hasta tanto Evo Morales defina su política para el sector. Según informó el director del área internacional de Petrobras, Néstor Cerveró, “importantes proyectos” de la compañía brasileña en Bolivia seguirán “en compás de espera”. Entre esas iniciativas que irán al freezer están la que contempla el aumento de la producción de los yacimientos de gas y la construcción de un polo gasquímico en la región fronteriza de Bolivia y Brasil. El aumento de la producción de gas se destinaría principalmente a abastecer a la Argentina quien ya importa por más de 7 millones de metros cúbicos diarios.