El encargado argentino para el Mercosur, Chacho Alvarez, y el ex presidente Raúl Alfonsín fueron dos de las caras argentinas que vinieron a respaldar a la candidata socialista chilena. Estaban también el intendente de Morón, Martín Sabbatella; el viceministro de Interior, Rafael Folonier; el gobernador sanjuanino, José Luis Gioja, y el socialista Hermes Binner.

Para Chacho Alvarez, el triunfo de Bachelet es “un hecho muy impactante, porque desde todo punto de vista era la candidata lo más lejana a lo políticamente correcto: separada, agnóstica confesa, con padre asesinado en la dictadura, exiliada en Alemania Oriental. Siempre se dijo que Chile es una sociedad muy conservadora y religiosa. Esta elección es casi una revolución cultural, por el impacto que va a tener en el conjunto de la región. Y por otro lado, comienza un ciclo nuevo en la política chilena, porque ya se acabó el pinochetismo”. Para el ex vicepresidente, la relación con la Argentina no ofrece problemas porque “con la plataforma de Bachelet y tras el buen gobierno de Ricardo Lagos tiene más margen para trabajar en dos temas: mejorar la distribución del ingreso en Chile, el gran tema pendiente de este modelo que no puede considerarse completamente exitoso por eso y, al mismo tiempo, la integración regional. Ella misma lo señaló en la campaña: más cerca de América latina”.

Raúl Alfonsín explicó que “yo vine a acompañarla con mucho optimismo que se ha concretado ahora, que ya es alegría. Es un triunfo de la democracia social y estamos convencidos de que vamos a seguir en las relaciones excelentes que tuvimos con Ricardo Lagos”.