Era un anochecer destemplado en Olivos, el domingo, cuando Néstor Kirchner le acercó sus felicitaciones a Michelle Bachelet. Fue una conversación breve pero sentida, en la que volvieron a discurrir sobre el “valor estratégico” que representaba para la región el resultado electoral chileno. Probablemente, la retribución de la presidenta electa se plasme en un gesto protocolar pleno de sentido, cumpliendo su compromiso de visitar la Argentina en su primer viaje al exterior.

Bachelet no solamente escuchó en el teléfono al presidente argentino. También la llamó Cristina Kirchner, con quien ha entablado una muy buena relación. De hecho, no son pocos los que recuerdan a la senadora presentándola como la “futura presidenta de Chile”, cuando esa posibilidad era una quimera. Ocurrió en septiembre, durante un encuentro con intelectuales en el Hotel Sheraton.

Más cercano en el tiempo, la primera dama comprometió su participación en el acto de cierre de campaña de la ex ministra de Defensa antes de la primera vuelta electoral, que finalmente fue suspendido por un accidente trágico sufrido por simpatizantes de la médica socialista.

La buena sintonía seguramente facilitará una mejora de las relaciones bilaterales. Al menos ese espíritu optimista atravesó toda la conversación entre Kirchner y Bachelet, según confiaron a este diario desde la Casa Rosada.

Con la rambla montevideana de fondo, en el último año la presidenta electa y Cristina fueron desgranando temas para una agenda regional que seguramente se replicará cuando Bachelet aterrice en la Argentina. La “desigualdad de oportunidades” fue la preocupación de cabecera en cada una de las conversaciones que mantuvieron bajo el paraguas de lo que se llamó “Encuentro de Gobiernos Progresistas”.

–Quedan desafíos como superar el problema de la pobreza y también, por cierto, el de la desigualdad de ingresos –planteó entonces Bachelet a Página/12, casi como un adelanto de los tópicos que serán prioritarios durante su gestión.

El tema está en boca de todos. Ayer mismo, el titular de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur, Carlos “Chacho” Alvarez, consideró que la ex ministra de Defensa de Ricardo Lagos tendrá como misión central “disminuir la gran distancia entre los sectores altos y los medios y los bajos”.

“Hay una demanda más fuerte de que a un modelo que llaman definitivamente exitoso se lo cargue de más justicia social, más distribución, más igualitario”, indicó Alvarez, quien estuvo el fin de semana en el país trasandino.

Kirchner y Cristina Fernández viajarán a Santiago de Chile el 11 de marzo para asistir a la ceremonia de asunción de la primera mujer en alcanzar el sillón principal del Palacio de la Moneda, aunque todavía no hay confirmación oficial.

Según informaron en Balcarce 50, durante la conversación telefónica, Kirchner y la presidenta electa del país vecino coincidieron en la necesidad de “avanzar en la relación entre Argentina y Chile tanto en la complementación económica, como turística y del transporte”.

Claro que también se abordará el conflictivo tema energético, que generó roce entre ambos países cuando Chile acusó la falta de fluido de gas proveniente de Argentina. No se descarta que se busque sellar algún tipo de acuerdo de cooperación sobre la materia.

Seguramente será crucial el rol de Chacho Alvarez en la futura relación entre Chile y el Mercosur. El país trasandino es una excepción en la región por la versatilidad de tratados de libre comercio, ya que ha logrado firmar acuerdos con Estados Unidos, la Unión Europea y también China. Alvarez intentará acercar a Bachelet al Mercado Común del Sur como parte de la profundización de los lazos con la región.

Por si hubiera dudas del perfil integrador y de la “excelente relación” –el textual pertenece a una voz de la Casa Rosada– entre Kirchner yBachelet, la foto registrada ayer en el Palacio San Martín puede resultar esclarecedora. El canciller Jorge Taiana, junto al secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, y el ex embajador trasandino Gabriel Valdez, brindaron una conferencia de prensa mostrando afinidad de criterios sobre la situación institucional de Haití.

Como si eso fuera poco, desde Santiago de Chile, donde encabezó la misión argentina que siguió el desarrollo electoral, Carlos Tomada le transmitió a Kirchner que la candidata de la Concertación visitará la Argentina en su primera incursión por el exterior. Hay que decirlo: el ministro de Trabajo es un enamorado de los discursos de la presidenta electa. Y se puso contento por poder llevarle la buena nueva al Presidente.