Esta vez sus abogados estarán sentados a la par de los fiscales de la acusación; habrá espacio en las butacas para funcionarios del gobierno porteño y una de las tres bandejas dispuestas para sobrevivientes y allegados a las víctimas de Cromañón será ocupada por los grupos de familiares afines al ibarrismo. Así se iniciará la primera jornada de juicio político del suspendido jefe de Gobierno porteño y así encontrará el escenario Aníbal Ibarra cuando se presente en el recinto a las 9 de la mañana para pronunciar su descargo. Tal como se preveía no faltará nada. Habrá marchas a favor y en contra desde temprano y el jefe de Gobierno promete una salida a escena estelar: no hablará a través de sus abogados sino que se dirigirá personalmente a la Sala Juzgadora y a la audiencia para pedir la nulidad de todos los cargos. La decisión es una apuesta fuerte y un intento de llegar más hacia afuera que adentro de la Legislatura, donde su entorno cree perdido este tramo de la batalla.

El juicio político que se inicia hoy seguirá técnicamente los procedimientos de un juicio oral. La apertura de la audiencia prevista para las 9 empezará con la lectura de cargos probablemente en una versión condensada y seguirá con las palabras de Aníbal Ibarra. Cerca de él estarán sus tres abogados, Julio Strassera, Jorge Golodny y Mariano Pinciroli. Sin embargo, será el propio Ibarra quien asuma su defensa durante la etapa del juicio prevista para las presentaciones de los planteos preeliminares. Durante ese lapso el acusado o su defensa pueden presentar alguna queja sobre cuestiones menores o, como en este caso, un planteo de nulidad.

“Estarán sus abogados, pero será él mismo quien se dirija a la Sala Juzgadora para pedir la nulidad”, explicó a Página/12 Daniel Rosso, secretario de Comunicación Social del gobierno de la ciudad y virtual vocero de Ibarra. El suspendido jefe de Gobierno pronunciará un discurso jurídico. Hará hincapié en las justificaciones técnicas de la nulidad de todo el procedimiento de enjuiciamiento aunque, según Rosso, su mensaje tendrá un fuerte contenido político. Ese es el motivo por el cual tomará las riendas de su propia defensa. “Nosotros confiamos mucho en su propia capacidad de argumentación y en su oratoria”, dijo Rosso.

Los puntos técnicos que Ibarra pondrá en discusión están sostenidos, básicamente, en tres argumentos centrales. El primero y el más fuerte cuestiona el modo y la forma en que fue votado el juicio político el último 14 de noviembre. Según Ibarra, los cargos en su contra nunca fueron votados. Para demostrarlo, recordará un procedimiento de juicio político contra los miembros del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires votado por los legisladores dos meses antes. Durante el proceso, los diputados votaron o desestimaron cargo por cargo individualmente y en bloque, un procedimiento que fue obviado en su caso. Según dicen en su entorno, ese procedimiento no se hizo porque los diputados nunca podrían haber llegado a los treinta votos alcanzados en la durísima elección general.

Los otros dos puntos del planteo de nulidad de Ibarra se centrarán en la “inespecificidad” de los cargos de la acusación y, a su criterio, en numerosas pruebas de “prejuzgamiento” de los diputados de la oposición. Como lo recordó Rosso anoche en diálogo con este diario, Ibarra cree que hay un sector de los diputados liderado por el macrismo y al que se suman tres diputados de izquierda que “tienen desde hace meses una posición tomada de ir a la destitución de Ibarra”. La posición férrea de ese bloque, más que la solidez técnica del planteo de nulidad, es lo que ahora lleva al ibarrismo a evaluar como Plan B la alternativa de una “vía judicial” en contra del juicio político.

“No nos interesa encarar ahora un planteo judicial”, dijo Rosso. “Es mejor para todos que esto se resuelva de forma abierta y en condiciones democráticas. Por ahora, si como creemos nosotros hay un sector que desde hace meses tiene una posición tomada, al que no le interesa nada de este procedimiento, entonces recurriremos a la Justicia.”

Tras la presentación de Ibarra, la palabra quedará a cargo de los tres integrantes de la Sala Acusadora. Jorge Enríquez y Jorge San Martino, fiscales por el macrismo, y Rubén Devoto, del centroizquierda, ayer preparaban un borrador para responder el planteo de nulidad de Ibarra. Aunque sólo contaban con los trascendidos, los fiscales preparaban una nueva fundamentación de los argumentos de la acusación para refutar el planteo de “inespecificidad” de los cargos. Estarán concentrados en tres puntos. “Todos los contenidos que vamos a presentar se encuentran en los hechos descriptos en los dos dictámenes de acusación”, explicó Marcelo Parrilli, asesor del cuerpo de fiscales. “Se le imputa un mal manejo del poder de policía; no haber prestado atención a las alarmas de riesgo brindadas por otras instituciones como la Defensoría de la Ciudad, y su responsabilidad por el manejo de la emergencia tras el incendio de Cromañón.”