El Consejo de Seguridad convocó ayer a una reunión urgente para evaluar la grave crisis en Medio Oriente, pero no llegó a ningún acuerdo que destrabe el conflicto. El encuentro fue solicitado por el embajador de Qatar, Abdulaziz al Nasser, después de que Irán enviara el jueves una carta al secretario general, Kofi Annan, en la que pedía la convocatoria. Antes de la reunión, el representante de la Autoridad Palestina (AP) ante la ONU, Riyadh Mansour, indicó que esperaba que se estudiara una resolución en la que “se exija a Israel detener sus acciones”. Pero la oposición de Estados Unidos, que tiene poder de veto, impidió incluso el debate de una resolución o declaración oficial para exigir a Israel el cese inmediato de hostilidades. “Una resolución no es aconsejable en estos momentos, ya que podría perjudicar todavía más la situación”, había indicado antes del encuentro John Bolton, el embajador de Estados Unidos ante el organismo. En la reunión participó la secretaria general adjunta para Asuntos Políticos de la ONU, Angela Kane, quien dijo que la crisis es “grave” y advirtió que podría derivar en otro conflicto “a gran escala” entre israelíes y palestinos, con serias repercusiones para la AP y la región en su conjunto.