Abbondanzieri (6): Era una carta brava para los penales, pero se lo impidió la lesión que sufrió cuando salió a cubrir un centro y se chocó con Klose. No tuvo intervenciones fundamentales mientras estuvo en la cancha porque los alemanes casi no llegaron a posiciones de gol. Tapó en dos tiempos una pelota mansa de Podolski, hizo vista en un cabezazo de Ballack en el primer tiempo. En casi todos los centros respondió, aunque en un par lo cortinaron y casi pierde la pelota. Bien en los saques de arco, como en casi todo el campeonato.

Coloccini (7): Muy buena actuación. Superior a la que había producido en su partido contra Holanda. No lo pasaron nunca en el mano, salió jugando bien y hasta se animó a pegarle al arco, en un tiro que pasó cerca, en el alargue. En otra jugada mandó un centro que dio en la parte superior del travesaño.

Ayala (9): El mejor. Por solidez, por prestancia, por categoría, por aporte ofensivo, por entrega se convirtió en la figura de la cancha aunque la FIFA lo eligiera a Ballack. Abrió el manual del central y desplegó todos los capítulos. Fue fenomenal el cabezazo del gol, ganándole en el salto a Klose. Con toda modestia salió corriendo hacia Riquelme, que había mandado el centro y fue fácil leerle los labios: “tuyo, tuyo”. Es una pena que haya errado el penal.

Heinze (5): Apurado, demasiado vehemente, estuvo siempre al borde de la amonestación. No tuvo ninguna responsabilidad en el gol de los alemanes, pero cometió un par de faltas innecesarias que generaron situaciones de riesgo. Fue uno de los más flojos del equipo una vez más.

Sorin (5): Mejor en el primer tiempo cuando salió de la posición de 3 para garantizar la posesión de la pelota que en el segundo y sobre todo el alargue, cuando le tocó lidiar con Odonkor, que como es rápido y habilidoso lo complicó. Se había ganado muy rápido la tarjeta amarilla y eso lo condicionó. En su favor hay que anotar que puso el alma como siempre.

M. Rodríguez (7): Jugó por la derecha, de área a área y fue importante en la doble función. Cuando había que asegurar la pelota en el primer tiempo no mostró fisuras; cuando había que poner fuerte en la marca tampoco. Estuvo cerca del gol en un par de ocasiones, entrando como siete. En una, lo taparon; en la otra, tras una buena jugada de Tevez metió un derechazo que sacudió el costado del arco. Completó su ciclo de buenos rendimientos en el Mundial. Siempre arañando o superando los siete puntos.

L. González (6): En el primer tiempo anduvo mejor en la contención que en el control y en el segundo, cuando se fue Riquelme estuvo más en contacto con el balón y no anduvo mal. De todas maneras, le faltó decisión para mandarse en circunstancias favorables. Le dio una vez al arco, una pelota que le quedó alta y se le fue por sobre el travesaño.

Mascherano (7): Un buen partido. Sostuvo al equipo en los momentos más complicados y se asoció bien al toqueteo del primer tiempo que le puso freno al ímpetu alemán. No estuvo preciso en algunas pelotas que metió en profundidad. Pareció ponerse muy nervioso en el arranque, cuando el árbitro cobraba todas las pelotas divididas para los locales, pero luego se serenó. Terminó entero pese a su gran despliegue.

Riquelme (6): Cumplió una tarea muy efectiva en el primer tiempo. En la mitad de la cancha, siempre con uno o dos tipos encima, hizo casi todo bien para que el equipo se asegurara la posesión de la pelota. Le faltó un poco de suerte en un par de pelotas que puso en profundidad y que los alemanes cortaron con lo justito. Falló en tres entregas sencillas casi consecutivamente sobre el final del primer tiempo (en una de esas jugadas generó un contraataque), pero eso no puede opacar su gran tarea al servicio del equipo. En el segundo período, Argentina dividió más la posesión del balón y su tarea se oscureció. Pekerman dice que lo sacó porque estaba cansado, pero su sola presencia, y su pegada siempre inquietaban a los alemanes.

Tevez (7): Muy bien en el primer tiempo, bien en el segundo y en el alargue. Tirado sobre la izquierda tratando de explotar el flanco más débil de los alemanes, causó permanente intranquilidad a la defensa local, obligándola a mantenerse en sus posiciones en la primera parte. Fue hasta vistoso en el toque con el que Argentina envolvió a su rival en el primer período y colaboró bajando unos metros para recuperar la pelota ante rivales distraídos. Muy metido en el partido, fue otro de los que dejó el alma.

Crespo (5): Como una obra de teatro con un libreto muy estudiado, lo suyo es casi siempre igual y se repite partido a partido. Va a buscar por arriba y exige, se tira a los laterales, arrastra marcas y si le dan la oportunidad resuelve pegándole a la pelota. Se fue cuando ya no quería más y le dejó a Cruz el lugar que, en realidad, debió ser de Messi.

Franco (5): No se le puede reprochar nada en el gol ni en los penales. Hizo lo que pudo. En los minutos que estuvo en la cancha no pareció nervioso, descolgó algunos centros y tapó sin dificultades un remate de lejos, medio envenenado.

Cambiasso (5): No pesó. Entró por Riquelme para tener la pelota, pero en ningún momento se pudo adueñar de la situación. En la marca se las rebuscó como pudo. Como estaba más fresco que los otros pateó un penal, el último, demasiado anunciado.

Cruz (5): No logró el objetivo que se había trazado Pekerman, que la Argentina tuviera más presencia en el área. Por el contrario, lo mejor de lo suyo estuvo lejos del arco, con algunos toques que apuntaban a la elaboración de alguna jugada.