El Gobierno se planteó que para superar el escándalo por los autos truchos debía normalizar lo más rápido posible la situación administrativa de la Cancillería. En ese plan cada día viene resolviendo los nombres de quiénes ocuparán la decena de embajadas argentinas alrededor del mundo que aún están vacantes, privilegiando a los dirigentes políticos alineados con el proyectos K antes que a diplomáticos de carrera. Ayer, Página/12 pudo saber que la ex diputada Juliana Marino ocupará la embajada argentina en Cuba, mientras que el ex legislador porteño Miguel “Pancho” Talento será el nuevo cónsul en Miami.

Marino irá a ocupar un lugar que dejó libre otro ex diputado, Darío Alessandro. Como anticipó este diario, Alessandro ya fue notificado de su designación en la representación diplomática en Perú. En tanto, otro ex frepasista, el diplomático César Mayoral, luego de ser el embajador argentino ante la ONU, recalará en China.

Los nuevos designados, Marino y Talento, provienen de un sector político más o menos cercano. Ambos militan en el kirchnerismo porteño y en buena medida reportan al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, sin ser de su círculo más cercano.

Marino tiene el handicap de haber sido de las primeras kirchneristas en la ciudad de Buenos Aires. La ex diputada ocupará la representación en La Habana en un momento importante para la isla, que atraviesa el traspaso de mando entre Fidel y Raúl Castro. Aunque sin estridencias, se prenuncia un tiempo de cambios que el gobierno argentino sigue con interés.

En Estados Unidos, recién acaba de asumir como embajador Héctor Timerman y ahora comienzan a completarse el resto de los casilleros. El nombre de Talento se había barajado para ocupar la jefatura de la Auditoría General porteña, pero su candidatura se cayó. El ex legislador cambiará ahora su destino porteño por las playas de Miami, adonde recalará como cónsul. En ese país también queda por resolver quién será el cónsul en Nueva York, un destino casi tan importante como una embajada. Alberto Fernández viajará la semana próxima a Estados Unidos para entrevistarse con el subsecretario de Asuntos Hemisféricos, Tom Shannon, y tratará de presentarse con todas las vacantes diplomáticas cubiertas.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el canciller Jorge Taiana y Fernández se reunirán en los próximos días para finiquitar las cuestiones pendientes. Por ejemplo, qué harán con la frustrada candidatura de Alberto Iribarne para la embajada en el Vaticano. Hasta el momento, el Gobierno sostuvo que no nombrará otro postulante, en señal de disgusto con la Santa Sede por no haberle otorgado el plácet a Iribarne por su condición de divorciado. Para el ex ministro podría haber un nuevo destino diplomático.

En la rueda de nombres que se tiraron en los últimos días apareció el del titular del Comfer, Julio Bárbaro, para la embajada en Roma. El destino quedó vacío luego de la designación de Victorio Taccetti como vicecanciller. Pero, ayer, en la Casa Rosada echaban por tierra esta posibilidad. “Bárbaro está más cera de irse a la casa que a cualquier otro lado”, comentaban allí en tono socarrón. Bárbaro quedó en offside desde que el Comfer pasó a depender de la Jefatura de Gabinete. No tiene buena relación con Alberto Fernández y dan por hecho que más pronto que tarde allí también llegarán los cambios.