Las amenazas de bomba volvieron a la Escuela Carlos Pellegrini. Los estudiantes, los docentes y el personal del colegio de la UBA tuvieron que desalojar ayer el edificio hasta que la Brigada Antiexplosivos confirmó la falsedad de la denuncia. Por la mañana, el Consejo Superior de la universidad removió al vicerrector del turno mañana, Juan José Esturo, resistido por alumnos y padres del colegio. El rector de la escuela, Héctor Pastorino, le había pedido la renuncia, pero Esturo se resistía a ofrecerla.

Apenas pasado el mediodía, los alumnos fueron evacuados hasta una plaza por el personal de la Policía Federal especializado en explosivos. Una llamada había alertado sobre la presencia de una bomba en el interior del colegio ubicado en Marcelo T. de Alvear y Callao. En el último tramo del año pasado, el Pellegrini sufrió una ola de llamados con amenazas de bomba –llegaron a ser más de 50–, que provocó la constante evacuación de los alumnos en todos los turnos y la consecuente pérdida de clases. La situación derivó en la intervención de la Justicia a través del juez Roberto Canicoba Corral, que llegó a citar en noviembre a padres de alumnos desde cuyos teléfonos supuestamente se habían realizado algunos de los llamados intimidatorios.

Después de la amenaza de ayer, el presidente del centro de estudiantes del Pellegrini, Martín Lerner, aseguró a Página/12 que la llamada “fue una evidente reacción de los sectores que perdieron a uno de los vicerrectores. Fue una pequeña victoria para los estudiantes”.

Hacía referencia a que ayer a la mañana el Consejo Superior de la UBA resolvió separar del cargo al vicerrector del turno matutino. El funcionario había sido designado el año pasado, durante la gestión de Juan Carlos Viegas, el rector que renunció en diciembre tras seis meses al mando del Pellegrini, rechazado por gran parte de la comunidad de la escuela. Esturo era sostenido por los docentes nucleados en UTE-Ctera, mientras que era una figura resistida por padres y alumnos, que cuestionaban su participación en un incidente y forcejeos con estudiantes.

El gremio Ctera viene impulsando, al igual que el otro sindicato con presencia en el colegio, la Asociación Gremial Docente (AGD), el cumplimiento del acta firmada el año pasado con las autoridades de la UBA: entre otros puntos, se asumía allí el compromiso de establecer un plan para titularizar a la planta de profesores, elaborar un proyecto de carrera docente, modificar el reglamento de concursos y crear órganos colegiados con atribuciones resolutivas.