Se barajaron muchos lugares. El Hotel Castelar, el Luna Park y un estadio de fútbol. Se estudiaron distintas fechas, y se evaluó el impacto que tendría cada oportunidad en la agenda mediática, sobre todo cuando el conflicto con los productores rurales sigue latente. Se discutió si convenía hacer un acto sólo con los miembros del nuevo consejo nacional del PJ, o si era preferible reunir a una multitud que superara las 15 mil personas. Y la posición mayoritaria, por ahora, es que la asunción de Néstor Kirchner en la presidencia del Partido Justicialista se realice el miércoles 14 de mayo en la cancha del club Almagro, en Caseros. Como el estadio está ubicado en su municipio, el intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto, estará a cargo de la organización y la seguridad. La otra opción es que el debut de Kirchner como titular del PJ se concrete en un escenario cerrado y más conocido para los porteños: el Luna Park.

En un primer momento se dijo que el primer acto de Kirchner como presidente del PJ iba a ser el miércoles 7 de mayo. Así, el lanzamiento habría coincidido con el nacimiento de Eva Perón. Pero la presentación en sociedad se postergó; algunas lecturas lo atribuyeron al retorno del conflicto con las entidades ruralistas.

La agenda de Kirchner podría incluir un acto previo a su presentación en el estadio de Almagro. Es posible que antes deba asumir formalmente en el partido porque ya están corriendo los plazos previstos por la Justicia Electoral. En ese caso la asunción se concretaría entre el 9 y el 10 de mayo, con un auditorio menos ambicioso: sólo lo acompañarían los consejeros del PJ. Además de su presentación formal como nuevo presidente del PJ nacional, Kirchner tiene pensado asistir a la inauguración de la casa de la calle Gaspar Campos, Vicente López, donde se instaló Perón tras su regreso definitivo a la Argentina (ver recuadro).

En las últimas reuniones que mantuvo con dirigentes del PJ bonaerense, Kirchner se mostró más proclive a organizar un acto masivo ante una concurrencia multitudinaria. Eso argumentó en la quinta de Olivos ante un reducido grupo de caciques de la provincia de Buenos Aires. Fue el miércoles último. La reunión comenzó un rato después de que terminara el encuentro del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, con las cuatro entidades del campo. En esa conversación también se analizó el lugar que más convenía para organizar la presentación de Kirchner como nuevo mandamás del justicialismo. Algunos propusieron el Hotel Castelar, escenario que se hizo famoso con la renuncia de Carlos “Chacho” Alvarez a la vicepresidencia y que ayer usaron las entidades del campo para anunciar el retorno de la protesta (ver página 5).

Los argumentos para elegir un lugar reducido no convencieron a Kirchner. “Sigue adelante sin aflojar un tranco”, aseguró a Página/12 un bonaerense con pasado municipal que suele desfilar por Olivos. Al propio Curto, la posibilidad de recibir a todo el justicialismo en su distrito lo entusiasma pero también lo inquieta. En los últimos días reconoció ante gente de su confianza que le preocupaba la cercanía del barrio Ejército de los Andes, el complejo de monoblocks conocido como Fuerte Apache, con el estadio de Almagro. “No va a haber ningún problema de seguridad”, descartó ante este diario otro dirigente del conurbano que tiene varios actos en su currículum. Mientras Kirchner se prepara para un raid de actos peronistas –luego relanzará la Concertación Plural–, los caciques bonaerenses ya están compitiendo por mostrar su exhibición en el territorio.

El desembarco definitivo de Kirchner en el peronismo tiene como trasfondo una pelea de segundo orden, pero esencial para el futuro del esquema de poder oficialista. Se trata de la (ya no tan silenciosa) batalla por la conducción del peronismo bonaerense. El primer anotado fue el vicegobernador Alberto Balestrini, quien en su momento recibió la promesa de Kirchner sobre su futura asunción como titular del PJ más poderoso del país. En las últimas semanas se asomaron a esa pelea el diputado José María Díaz Bancalari, actual titular del partido, y el ministro del Interior, Florencio Randazzo. Díaz Bancalari ya propuso postergar la elección de nuevas autoridades partidarias para el año próximo: su propuesta es que coincida con los comicios legislativos de 2009. Balestrini quiere asumir por consenso, con lista única.