El Partido Socialista de la provincia de Buenos Aires quedó intervenido ayer, luego de que se llevara a cabo en La Pampa el IV Congreso Nacional Extraordinario de los socialistas. “El PS está atravesando su mejor momento en décadas y esta decisión normaliza una situación generada por un grupo de personas que asume decisiones contrarias a las resueltas a nivel nacional”, aseguró el presidente del partido, el senador Rubén Giustiniani. Sin embargo, la dirigencia bonaerense –afín al kirchnerismo– anunció que recurrirá hoy a la Justicia para impugnar un encuentro que incurrió en “serias irregularidades”, denunciaron. “Este fue un congreso trucho, ilegítimo, una parodia de asamblea con el único objetivo de intervenir la provincia”, aseguró el ex secretario general del PS y funcionario de la jefatura de Gabinete, Oscar González.

El congreso de ayer fue la continuación del frustrado encuentro en Costa Salguero, que debió ser suspendido por los hechos de violencia entre las dos líneas internas del partido. Luego de aquellos incidentes, la conducción socialista decidió trasladar la sede del encuentro al club Estudiantes de Santa Rosa y montar un fuerte operativo de seguridad que, según explicaron, tenía como objetivo neutralizar posibles enfrentamientos. Sin embargo, los dirigentes bonaerenses denunciaron que el oficialismo partidario arregló con las fuerzas policiales provinciales para impedir la participación de sus delegados.

“El congreso sesionó sin participación de la mayoría de los delegados bonaerenses, comenzó y concluyó antes de la hora fijada para el inicio de las deliberaciones, en medio de un enorme cerco policial y sin lista de oradores”, denunció el diputado Ariel Basteiro. Según pudo saber PáginaI12, las deliberaciones empezaron a las 9.30 y terminaron en poco más de una hora, cerca de las 11. En ese momento había alrededor de diez delegados bonaerenses del sector vinculado al kirchnerismo –cuando en realidad supera los cien–, contra 60 de la línea oficial. Fuentes del propio oficialismo partidario reconocieron que el cronograma original fue alterado, pero argumentaron que la convocatoria estaba realizada para las 8 y que, ante la existencia del quórum necesario, el congreso es soberano para dar inicio a la actividad y modificar el orden del día, si así lo dispone.

Basteiro detalló, en cambio, que en una carpeta distribuida por los organizadores, donde figuraba el temario, se especificaba que de 8 a 11 era el horario previsto para las acreditaciones y que recién después podrían comenzar las actividades o modificarse los horarios. Además, el diputado relató que en el límite entre Buenos Aires y La Pampa la policía retuvo a los micros que iban al congreso con requisitos burocráticos para evitar que llegaran a tiempo a la votación. Esas y otras irregularidades serán, según la conducción bonaerense, “comprobadas fehacientemente” ante la Justicia por un grupo de veedores solicitados especialmente a la Justicia Electoral. Otras fuentes sugirieron también que hubo un acuerdo entre el socialismo encabezado por Giustiniani y el gobernador peronista Oscar Jorge para demorar la llegada al acto partidario.

Los bonaerenses afirmaron que hubo incidentes dentro del club Estudiantes, cuando la policía retiró por la fuerza a un pequeño grupo de militantes aliados al kirchnerismo y al secretario general del PS de Mar del Plata, Andrés Cordeu. Dos personas que resultaron heridas hicieron luego la denuncia policial en la comisaría primera de Santa Rosa.

Según fuentes oficiales, el congreso sesionó con 397 de los 692 delegados totales. Con la ausencia de casi todos los afines al Gobierno, la votación contó con una amplia mayoría a favor de la intervención. “Es el fin del avance K y de la cooptación del partido, y es el comienzo de una nueva etapa de consolidación de un PS independiente y alternativo de los sectores de derecha y del gobierno nacional”, afirmó la jefa del bloque de Diputados, Silvia Augsburguer. “Lo culpan al vicejefe de Gabinete por participar del Gobierno pero Giustiniani tiene no menos de 15 personas de su entorno involucradas en gobiernos locales kirchneristas”, retrucaron desde el socialismo K.

El mendocino Carlos Maniero fue declarado interventor del PS bonaerense y quedó en suspenso la convocatoria a elecciones en ese distrito prevista para noviembre. Toda la cúpula socialista estuvo en La Pampa, salvo el gobernador santafesino Hermes Binner. En su representación participó el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, uno de los pocos oradores del encuentro.