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La casa del secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de Entre Ríos, Edgardo Massarotti, fue atacada ayer con bombas molotov y disparos de balas. Asimismo, anoche se recibieron en la sede gremial de Paraná dos llamadas telefónicas diciendo que Massarotti era un “hijo de puta” y que “lo iban a hacer boleta”. El sindicalista responsabilizó de la seguridad de su familia al gobernador Sergio Montiel.
Por la tarde, la Multisectorial de Entre Ríos, integrada por gremios estatales, desocupados y docentes, realizó ayer en la explanada de la Casa de Gobierno provincial una parodia del juicio político al gobernador donde se aconsejó la suspensión del funcionario por mal desempeño. La protesta se realizó en el marco de la Jornada Nacional de Rebeldía convocada por la Central de Trabajadores Argentinos, que tuvo distintas repercusiones en la provincia. Massarotti sostuvo que “aunque nos tiren, no nos vamos a callar y vamos a continuar en la calle hasta que se vaya Montiel”.
La bomba molotov arrojada se debe haber apagado porque en la vereda se encontró una botella rota y el combustible derramado. Según Massarotti, se enteró del suceso cuando un móvil policial llegó hasta su casa para informarle que habían recibido una denuncia diciendo que una bomba molotov había sido arrojada en ese lugar. “Lo que me llama la atención es que yo no había hecho la denuncia, porque ni siquiera me enteré de lo que había ocurrido”, declaró el sindicalista. Y horas más tarde, alrededor de las 3.30, siete disparos de arma fuego de alto calibre impactaron en la puerta y el frente de su vivienda.
Las amenazas y las agresiones fueron vinculadas con lo sucedido el jueves en la Secretaría de Salud, donde un grupo de afiliados de ATE ingresó por la fuerza al organismo y desalojaron de sus despachos al secretario, Alberto Rotman, y al subsecretario de Salud Miguel Angel Prince.