EL PAíS › LE PROPUSO A DUHALDE NOMBRAR UNA JUNTA ELECTORAL CONSENSUADA
Menem quiere acordar una tregua
La iniciativa se la comunicó su compañero de fórmula, Juan Carlos Romero. Es para que en el cuerpo que fiscaliza las internas haya representantes de todos los candidatos. No se pusieron de acuerdo sobre la fecha de la contienda partidaria.
Carlos Menem le ofreció a Eduardo Duhalde reformular la composición de la Junta Electoral partidaria, hegemonizada por hombres del ex presidente, para destrabar así la realización de las internas del justicialismo. La propuesta llegó por boca de su compañero de fórmula, el gobernador salteño Juan Carlos Romero, quien se reunió a solas con el actual mandatario en la localidad de Lomas de Zamora.
Concretamente, el menemismo ofreció la renuncia de los actuales 14 integrantes del cuerpo para que todos los candidatos a presidente designen los futuros miembros de la Junta por partes iguales.
Durante la reunión del Consejo Nacional Justicialista realizada la semana pasada, el menemismo sólo admitió la posibilidad de que cada candidato incorporara dos hombres propios. Haciendo cuentas, aun así el ex presidente se hubiera quedado con el control de la Junta. Por eso la actitud mereció el rechazo del resto de los postulantes a la interna del PJ y hasta de los hombres del staff de la Casa Rosada.
Más aún, Duhalde no tardó en movilizar a sus hombres para que comenzaran a armar un Congreso Nacional Justicialista, el órgano de mayor peso a la hora de las decisiones partidarias, para nombrar otra Junta y analizar la viabilidad de la interna que el Consejo dispuso para el 15 de diciembre.
Si la propuesta de Romero prospera, ahora el Congreso no determinará los nombres de la Junta sino que ésta será consensuada por los candidatos ad referéndum del Congreso. Fuentes del gobernador de Salta, designado mediador por Menem, dijeron que sobre el tema existe un “principio de acuerdo” y que este miércoles es la fecha tope que fijaron menemistas y duhaldistas para alcanzar un acuerdo.
La Junta no es el único factor de discordia. Duhalde, sin candidato propio a la vista, tampoco cree conveniente que la interna se desarrolle el 15 de diciembre. Y por lo tanto trabaja con sus hombres para patear la puja lo más lejos que pueda. Algunos dicen hasta prinicipios de febrero, de tal manera de no alterar los tiempos electorales y garantizar las generales del 30 de marzo. Otros sospechan que en su afán de ganar tiempo hasta podrían quedar sin efecto las generales, como el propio Presidente admitió el fin de semana.
Las dudas son si Duhalde buscará extender su estadía en la Casa Rosada hasta fines del 2003, como admite en la intimidad, según dicen algunos hombres de su entorno (ver página 4), o si renunciará al cargo y el 25 de mayo abandonará definitivamente el poder, como viene asegurando en público.
La tregua propuesta por Romero a Duhalde en el encuentro busca destrabar la eterna pelea de menemistas y duhaldistas por el poder. La síntesis de la postura menemista es “elecciones internas ya”. La del duhaldismo: “por ahora no”. Es sabido la intención del Presidente de embarrar la cancha para aprovechar la llegada del “veranito”, un período que imagina inminente y en el que se abrocharía un acuerdo con el Fondo Monetario y se registraría un aumento de la producción.
“Sin elecciones internas el peronismo se rompe e impedirlas es proscribir la voluntad del afiliado”, señaló el precandidato a vicepresidente para destacar que al menos desde el menemismo no se imaginan un escenario sin elecciones internas.
Sin embargo, tanto la Justicia electoral, como el Congreso Nacional Justicialista en ciernes, que hegemoniza el duhaldismo, podrían decidir congelar cualquier enfrentamiento inmediato en las urnas.